Un grupo de alumnos de la Universidad de Almería ha tenido la oportunidad de conocer las claves en la asistencia de los enfermos de SIDA. En una conferencia organizada por el Secretariado de Voluntariado y Cooperación de la Universidad, responsables de la asociación BASIDA han recordado de una combinación de «profesionalidad y humanidad» para superar el rechazo social son claves para la atención de este colectivo.
El director del Secretariado, Juan Sebastián Fernández Prado, ha hecho hincapié en la necesidad de incorporar en la educación de los jóvenes universitarios la idea del trabajo en equipo y la implicación social ya que es una parte esencial “del proceso formativo de los profesionales del siglo XXI”. Por su parte, una de las fundadoras de BASIDA, Cristina Alonso, ha destacado que lo más importante es “conseguir logros a nivel social como los que se han conseguido a nivel biológico”.
Para los futuros profesionales del ámbito de Enfermería, Cristina Alonso ha señalado que el principal consejo es “combinar profesionalidad con humanidad ya que todavía existe un gran rechazo social al SIDA”. Pese a que, desde la aparición de la enfermedad en la década de los ochenta, han aparecido muchos recursos, “todavía existe una gran desinformación y desinterés; la gente cree que el sida es un problema de heroinómanos y homosexuales, pero es un problema de todos”, ha asegurado Cristina Alonso, en referencia al cambio de perfil social del enfermo.
La charla ha fomentado la participación de los alumnos y ha contado con el testimonio de un portador del virus que lleva once años residiendo en BASIDA, cuya sede está en Aranjuez (Madrid). En definitiva, la charla ha dado a conocer que uno de los aspectos más importantes para enfrentarse a la enfermedad es avanzar hacia un cambio de conducta social y adquirir una mayor sensibilidad a la hora de entablar contacto con pacientes enfermos de sida.
Según datos registrados en junio de 2009, en España hay 77.953 casos de sida y entre 120.00 y 140.000 portadores del VIH. En el año 2008 se diagnosticaron más de 1.340 casos, lo que supone un descenso del 16,6 por ciento en varones y del 8,6 por ciento entre las mujeres. Como dato representativo, cuando BASIDA empezó su actividad, el sida era una enfermedad mortal para la que no había tratamiento. En veinte años, la asociación ha atendido a 1.000 personas, de las que un 25 por ciento han muerto. Sólo entre 1990 y 1995 fallecieron un total de 175, frente a 25 pacientes que murieron desde esa fecha hasta la actualidad.
