Aunque lleva más de un año funcionando, aún no se había hecho la presentación oficial del Centro Andaluz de Evaluación y Seguimiento del Cambio Global, un espacio dedicado a la investigación y búsqueda de indicadores ambientales que permitan seguir científicamente el avance del cambio global en la comunidad andaluza. Dirigido por el profesor Hermelindo Castro, este centro vivirá su presentación oficial el próximo lunes.
Almería cuenta con unas condiciones ambientales que la convierten en un laboratorio especial para conocer las consecuencias del cambio global en otras zonas. La provincia, por así decirlo, es una adelantada a su tiempo, y es que los ecosistemas almerienses funcionan como modelo al que se encaminan otras zonas de la Península Ibérica, con un aumento de la aridez apoyada en un descenso de las precipitaciones, un aumento de la temperatura y un avance de las zonas desérticas o semidesérticas.
La provincia aparece en “rojo” en todos los mapas que recogen el avance del desierto y la aridez, al tiempo que goza de una riqueza natural que puede ser usada como indicador del cambio, como un terreno experimental cuyo estudio dará las claves de la tendencia a la aridez que siguen otros entornos naturales del país.
En este contexto nace el Programa de Seguimiento de los Efectos del Cambio Global en los Ecosistemas Áridos y Semiáridos del Levante Andaluz (GLOCHARID). Se trata del primer proyecto impulsado por el recientemente creado Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global (CAESCG), y en el que participan diez grupos de investigación de diversas áreas relacionadas con el medio ambiente.
GLOCHARID no es más que el estudio de las zonas áridas y semiáridas de Andalucía, con especial atención a las almerienses, para elaborar un sistema de indicadores ambientales que permitan hacer un seguimiento de los efectos del cambio global sobre estos ecosistemas y que, como elemento fundamental del programa, sirvan para apoyar las tomas de decisiones, explica el subdirector del CAESCG, Javier Cabello. Este trabajo nace con un alto interés por trasladar sus investigaciones a la práctica, a la gestión que las diferentes administraciones realizan sobre el medio natural.
El trabajo de este programa nacido en el CAESCG aspira a compilar y evaluar información sobre variables que pueden usarse de bioindicadores; a diseñar un sistema de indicadores medibles; a poner en marcha un sistema de seguimiento sobre los efectos del cambio global en los ecosistemas áridos; y el apartado más importante y novedoso del programa, consolidar la interacción entre científicos y gestores, así como contribuir al desarrollo de estrategias de gestión adaptativa, es decir, la investigación aplicada a la gestión y la gestión basada en la investigación.
Los datos resultantes de esta investigación y del seguimiento de los indicadores seleccionados se pondrán al servicio de las instituciones y del resto de la comunidad científica en una aplicación web, de forma que su acceso sea más sencillo y la interpretación de los datos emitidos por el programa sea más asequible.
Al final del programa, los investigadores esperan contar con un sistema de indicadores que den información sobre las variables climáticas, los balances de carbono y agua, seguimientos de fauna, seguimientos de flora, y seguimiento de ecosistemas.
El programa GLOCHARID es la primera actuación del CAESCG. Este centro ubicado y dependiente de la Universidad de Almería (UAL) se gestó hace un año y medio, cuando en enero de 2008, las consejerías de Innovación, Ciencia y Empresa y de Medio Ambiente firmaron un acuerdo específico para impulsar la constitución de la Fundación Patrimonio Natural, Biodiversidad y Cambio Global lo gestionará.
La creación de este centro de investigación en la UAL se inscribe en el reto que significa la contribución de Andalucía a la lucha contra el cambio climático, coordinando y aprovechando al máximo los conocimientos y recursos existentes en la UAL y en otras universidades y centros de CSIC.
El Centro Andaluz para la Evaluación y Seguimiento del Cambio Global pretende ser un espacio para el análisis del cumplimiento de la Estrategia Andaluza por el Cambio Climático y la Sostenibilidad y también un ámbito de investigación multidisciplinar para la interacción de profesionales de los sectores universitario, empresarial y medioambiental, para generar conocimiento y estrategias en patrimonio natural, biodiversidad y cambio climático.
Su director y profesor de la UAL, Hermelindo Castro, habla del centro como un punto de encuentro entre los diferentes actores que intervienen en el cambio global. En él se integrarán empresas e instituciones con grupos de investigación, de forma que se produzca una sinergia en pro del medio ambiente y para frenar el cambio global.
El centro nace con la mirada puesta en la sociedad, es decir, nace para generar un conocimiento que no se quede en los laboratorios de los investigadores, sino que sirva para que las administraciones competentes en medio ambiente ajusten sus medidas a los datos obtenidos en las investigaciones. En este aspecto reside el futuro éxito del CAESCG, en lo que se llama gestión adaptativa, o lo que es lo mismo, la adaptación de las medidas de gestión del medio natural a las recomendaciones y resultados de las investigaciones realizadas.
Hermelindo Castro define ese marco de transferencia del conocimiento con una frase muy sencilla y casi ladipadaria. Los trabajos desarrollados en el centro se destinará a que “la gestión de los ecosistemas se haga con fundamento científico”. Para llegar a este objetivo, es muy importante la concepción del centro como un “punto de encuentro donde los científicos se entiendan con los gestores y los gestores se entiendan con los científicos”, afirma Hermelindo Castro.
Durante el período de vigencia del Plan de Acción por el Clima, hasta el año 2012, el CAESCG elaborará informes periódicos para la Consejería de Medio Ambiente, que orientarán la toma de decisiones de gestión en todos los ámbitos. Los trabajos y análisis del Centro van a permitir establecer prioridades y formular recomendaciones tanto al Gobierno Andaluz como al resto de administraciones públicas, dotando de criterios científicos y técnicos a las políticas de gestión medioambiental.
Deberá elaborar, además, las bases de una Estrategia Andaluza de difusión y participación que permita mejorar la implicación de la ciudadanía en los procesos de Cambio Global y muy especialmente la de los sectores educativos y empresariales.
En Centro nace con un espíritu abierto a la sociedad. Entre sus objetivos figura la transferencia de esos conocimientos a la masa poblacional andaluza, con la idea de sensibilizarla con el respeto al medio ambiente. Entre sus principales objetivos figura la población escolar. Hermelindo Castro tiene claro que el respeto al medio ambiente y la consecución de un compromiso con los ecosistemas más cercanos se hace con la implicación de los escolares. En su programa de comunicación establece el fomento de la participación activa de la sociedad en la aplicación de las medidas contempladas en el Plan Andaluz de Acción por el Clima.
En trabajo del centro se realiza a través de programas propios, como GLOCHARID, anteriormente descrito, o el ‘Proyecto de estimación de las equivalencias emisión/asimilación de CO2 entre sistemas agrícolas intensivos y ecosistemas naturales’, que trabajará en conocer qué extensión de zona verde es necesaria para paliar la contaminación ambiental producida por la agricultura intensiva bajo plástico.
Junto a este tipo de proyectos propios está los proyectos asociados, propuestos por investigadores externos al Centro y que piden su apoyo científico y de coordinación con otros grupos de investigación para llevar su trabajo a buen puerto. En este grupo y ya en marcha, se encuentran investigaciones relacionadas con el estudio del cambio global y sus efectos sobre los ecosistemas de la red de parques nacionales; el estudio de la vinculación de los ecosistemas con la estructura económica. También como proyectos vinculados, aunque solicitados y en espera de su puesta en marcha, hay cinco investigaciones que abarcan temas tan dispares como el desarrollo de modelos predictivos y un sistema de seguimiento de los efectos del cambio global en el sureste ibérico; el estudio de los microgeles marinos y su implicación en el ciclo global del carbono; el trabajo sobre las relaciones hidrológicas y químicas entre aguas superficiales y subterráneas en ríos temporales; la arquitectura biológica integrado en el Proyecto Life; y la reutilización del agua, con un proyecto europeo impulsado desde Grecia.
Por otro lado, el Centro cuenta con proyectos asociados, nacidos en el seno de otras instituciones. En la actualidad hay dos proyectos asociados, el primero de ellos es Altaguax, destinado a la búsqueda de alternativas en la gestión de los recursos hídricos, impulsado por FEDER, UNESCO; el segundo, impulsado por Naciones Unidas, el Ministerio de Medio Ambiente y la Consejería de Medio Ambiente, es el proyecto CAMP y arrojará algo de luz sobre la gestión de las zonas costeras.
Fundación
El CAESCG es fruto de la Fundación Patrimonio Natural, Biodiversidad y Cambio Global, formada por las consejerías de Innovación y Medio Ambiente, y la UAL. La propuesta nació en el propio campus de La Cañada y, prácticamente, comparte objetivos con el Centro, al perseguir ser un punto de encuentro entre todos los actores implicados en el cambio global. En la fundación también se integran empresas privadas relacionadas con el cambio, bien porque son una fuente importante de contaminación, o porque desarrollan su actividad en paliar los efectos del cambio global.
La fundación trabajará con la administración, los científicos y las empresas para generar información y conocimiento sobre el medio natural, y transferirlo a la sociedad, bien como recomendaciones técnicas o como contenidos científicos divulgativos para que la sociedad tome conciencia de la realidad del cambio global y de la necesidad de actuar en este ámbito.
