“Yo creo que sería positiva”, ha afirmado hoy en la Universidad el Magistrado-Juez de Menores de Almería Miguel Ángel Fernández Bueno y el debate se ha puesto de nuevo sobre la mesa entre quienes apoyan esta reforma y quienes la ven innecesaria e, incluso, perjudicial.
En este sentido, la fiscal de Menores de Almería (hay dos en la provincia), Mª Dolores Gómez Ponce, que también ha participado en estas jornadas, ha mostrado su acuerdo con la opinión del Fernández Bueno, en base a que “las estadísticas nos muestran que están aumentando significativamente los actos delictivos cometidos por menores entre los 12 y los 14 años”. Otro argumento a favor de esta reforma, esgrimido tanto por la fiscal como por el Juez de Menores de Almería, ha sido el de la prevención: “cuanto antes empecemos a trabajar con estos chicos será más fácil que puedan tener un cambio de conducta y alejarlos de la delincuencia”, afirman.
Precisamente en la necesidad de la prevención es donde se ha dado el acuerdo en la Mesa de Debate, pero con puntos de vista diferentes. Así, Mª Dolores Machado Ruiz, profesora de derecho penal de la Universidad de Almería, apostaba por “soluciones diferenciadas”, destacando que “la ley actual prevé tratamientos específicos de carácter pedagógico y educativo y seguimientos especiales, soluciones mucho mejores que la pena privativa de libertad para menores de 14 años».
Tras la Mesa, ha intervenido el catedrático Antonio Andrés Pueyo, de la Universidad de Barcelona, para hablar de delincuencia juvenil y comportamiento antisocial. Andrés Pueyo ha querido desmontar mitos y prejuicios entorno a la violencia juvenil aportando datos sobre la incidencia de los delitos cometidos por los menores y su gravedad. Por ejemplo, ha dicho que los niños y los jóvenes se pegan más que los adultos porque es natural y que esto no son delitos, pero que si hablamos de delincuencia en porcentajes “los adultos delinquen mucho más y sin embargo tenemos una percepción distinta”.
En España, ha dicho el catedrático, la delincuencia juvenil es similar a la que se produce en el resto de Europa: “Tenemos una visión distorsionada porque muchos adultos delincuentes cometieron delitos siendo menores pero no vemos que hay muchos menores que cometieron delitos y que ya adultos son ciudadanos honestos”, ha matizado.
Antonio Andrés ha destacado que “la mayor parte de la delincuencia juvenil es leve y transitoria” y que por ello es contraproducente intervenir y “menos aún rebajar la edad penal a los 12 años” porque, dice, “si el objetivo que se persigue es que haya menos delitos” no es está la cuestión: “podemos arreglar situaciones pero también con la intervención podemos estropear cosas y los datos son los que son, la mayoría de jóvenes que delinque lo hace con delitos leves y no reincide”, ha afirmado con rotundidad.