La central térmica de Carboneras se ha apuntado al desarrollo sostenible con la incorporación de una planta de desulfuración, que consigue eliminar más del 90 por ciento de los gases de efecto invernadero gracias a un filtrado con lechaza de caliza. Además, un nuevo sistema permite que la central perteneciente a Endesa sea capaz de producir más electricidad con un menor consumo de combustible. El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha sido el encargado de entregar el acta de puesta en servicio de la desulfatadora.
López Garzón ha visitado la Central Térmica Litoral, perteneciente a Endesa, con motivo del 25 aniversario de su puesta en operación comercial. Durante su estancia en la central, el delegado del Gobierno y las autoridades locales presentes en el acto han conocido el funcionamiento de esta central eléctrica capaz de producir 1.159 megavatios con la quema de carbón importado.
La Térmica de Carboneras ha sido señalada desde sus comienzos como una de las centrales más contaminantes del país y la primera de Andalucía. Sin embargo, la puesta en marcha de esta planta desulfatadora, construida en 2007 y usada en pruebas a partir de 2009, podrá romper con la mala fama de central contaminante. Esta nueva infraestructura permite reducir en más de un 90 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, gracias al sistema de filtrado que ser realiza con lechaza de caliza.
El sistema de desulfurización de los gases de escape es un proceso húmedo con lechada de caliza, de un paso continuo, oxidación in-situ y recuperación de yeso. Este material atrapa las partículas contaminantes y, más tarde, sirve para la construcción de piezas para construcción con base de yeso, como paredes u otras piezas construidas con este material.
Además, la central ha mejorado su eficiencia con la modernización del cuerpo de alta/media presión de la turbina de vapor principal en el grupo I. De esta forma, para producir la misma energía eléctrica se requiere un menor consumo de combustible y consecuentemente se reducen las emisiones de CO2. De heoho, tras las pruebas de funcionamiento realizadas con la nueva turbina, se espera evitar la emisión a la atmósfera de 100.000 toneladas anuales de dióxido de carbono para un régimen de trabajo habitual.
Durante la visita a la Térmica, sus responsables han informado de la próxima puesta en marcha de una planta de captura CO2 por microalgas, un proyecto desarrollado con la Universidad de Almería y que se pretende probar en la central de Carboneras.
La Central Térmica Litoral de Carboneras entró en funcionamiento comercial en 1985, construida en el marco del Plan Acelerado de Centrales de Carbón redactado en 1979 para cubrir las necesidades de incremento de potencia eléctrica debido al desarrollo económico que experimentaba el país. Durante su construcción, la casi totalidad de su ingeniería y equipos fueron suministrados por empresas españolas y se utilizaron cinco millones de horas-hombre, con una punta máximo de empleo de 1.500 personas.
En la actualidad, su explotación genera un empleo directo medio al año de 250 personas, con una contribución anual media de recursos económicos en la provincia superior a los 30 millones de euros.
Los combustibles utilizados, la alta capacidad de su terminal portuaria y su avanzada tecnología y eficiencia, garantizan su alta competitividad, tanto que se ha convertido en el principal centro productor de energía eléctrica de Andalucía.