‘Garrick’, la mejor receta para la diversión

‘Garrick’, la mejor receta para la diversión

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El Maestro Padilla se convirtió en una consulta de risoterapia. Cerca de dos horas estuvo riendo el público que llenó totalmente el viernes el Auditorio Municipal Maestro Padilla para ver a Tricicle y su espectáculo Garrick. Desde el primer momento hasta el final, este trío de mucho ingenio hizo las delicias del patio de butacas que reían sin descanso. Garrick fue un dramaturgo inglés del siglo XVIII, y al parecer un cómico excelente. Lo presentan como el inventor de la Risoterapia. La temática de la obra gira en torno a la risa, que tanto bien hace al ser humano. De cualquier forma, Tricicle consigue enlazar, vestidos de doctores la mayor parte del tiempo, un buen numero de gags de humor inteligente, sencillo, impactante, y a un ritmo frenético.

Son casi dos horas los que están Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans mostrando sus cualidades artísticas y haciendo arte de las situaciones más cotidianas como puede ser un encuentro en el ascensor, unos señores embarazados en el parque, un fakir de electrodomésticos, un encuentro y saludo entre amigos, un paciente escayolado de las manos intentando fumar un cigarro.

El espectáculo se podría decir que es perfecto en cuanto al concepto y su desarrollo. En Garrick también hay algunas novedades del grupo como son que sus miembros hablen. Antes en espectáculos como Sit o Terrific e incluso Slastic, los tres genios de la risa nunca habían hablado. En Garrick, hablan entre ellos e incluso cantan. Siempre han sido una caja de sorpresas Gràcia, Mir y Sans, pero en Garrick se superan y ejecutan a la perfección todos los gags. Ademas lo hacen con maestría, con ingenio y con gracia, lo cual hace que el público no descanse de reír y salga con dolores de estomago tras ver el espectáculo.

Los actores han intentado recuperar técnicas que habían «olvidado» como las máscaras, los chistes visuales y la voz en off. Los doctores del humor consideran que no solo venden risoterapia sino también recuerdos, ya que las situaciones que se plantean a los espectadores tienen que ver con la realidad. Garrick es una obra cómica con muchos tipos de humor para todo tipo de público. Buscan «un punto de partida y una perspectiva diferente».

Pero al final, lo mejor de la noche llega cuando el espectáculo ha concluido. Y es que desde su primer espectáculo, Tricicle que siempre ha huido del divismo, despide a su público a la salida del teatro. Este contacto personal les permite conocer cara a cara la reacción real de los espectadores: alguno se queja, muchos sonríen, muchísimos les agradecen haberles hecho olvidar durante horas sus problemas y otros volverían de nuevo para ver sus gags. Está claro que sus espectáculos hacen alejarse de las depresiones y por un momento olvidarse de casi todo.

 

 

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