A la caza de contaminantes

A la caza de contaminantes

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Seguridad alimentaria, control biológico, control ambiental y determinación de componentes bioactivos son las líneas de trabajo de este grupo de investigación, cuyos trabajos son solicitados por empresas de todo el país. Los investigadores del Grupo Química Analítica de Contaminantes han desarrollado unos métodos de análisis seguros con resultados muy fiables, y ahora están contribuyendo al desarrollo de la normativa de etiquetado de los productos nutracéuticos.

La calidad de los alimentos que ingerimos es una de las tareas científicas a las que se dedican los investigadores de la Universidad de Almería (UAL), contando con una amplia experiencia investigadora en este ámbito. Muchas veces por necesidad y otras por el interés de apoyar al sector agroalimentario de la provincia, grupos de diversas disciplinas han centrado su trabajo en este ámbito. Uno de ellos es el Grupo Química Analítica de Contaminantes, que además de otros campos, se han convertido en unos investigadores de referencia en el análisis de productos alimentarios, y en la detección de contaminantes de diferente índole que a veces se encuentran en ellos.

Llevan trabajando juntos más de veinte años y durante todo este tiempo han mejorado sus métodos de análisis de contaminantes, hasta hacerlos fiables, seguros y de interés para diversos sectores, especialmente el agroalimentario.

Durante toda su trayectoria, el Grupo ha accedido a programas de investigación europeos, estatales y autonómicos, y el conocimiento generado lo han aplicado en su entorno más cercano como es el sector hortofrutícola almeriense, con el que han firmado diferentes contratos de investigación, en los que han puesto en práctica los métodos de análisis que han desarrollado a lo largo de estos años.

Su posición de privilegio les viene de su intenso trabajo, y ese reconocimiento les ha permitido trabajar con empresas a nivel nacional e internacional.

La determinación de contaminantes orgánicos en general y de plaguicidas en aire, agua, alimentos, suelos y fluidos humanos centran la mayor parte de su trabajo científico, explica la directora del grupo y catedrática en Química, Antonia Garrido Frenich, que comenta que el grupo cuenta con personal experto en técnicas cromatográficas de análisis, acopladas a analizadores de espectometría de masas de baja y alta resolución.

Más concretamente, el grupo de Química Analítica de Contaminantes trabaja en la detección de residuos de plaguicidas y otros contaminantes en alimentos, en la línea más relacionada con la seguridad alimentaria. En este sentido Antonia Garrido Frenich explica que los investigadores de su Grupo son capaces de detectar restos de medicamentos de origen veterinario que pasan a los alimentos; micotoxinas, que son tóxicos de composición variada, producidos por organismos del reino fungi; ficotoxinas, de origen marino; acrilamida, un producto que algunos investigadores han considerado como “probable” cancerígeno para humanos; así como contaminantes ambientales. Estos investigadores son capaces de detectar estas sustancias nocivas en productos naturales de origen animal y vegetal, así como en los elaborados como pueden ser los zumos o los potitos, por poner algunos ejemplos.

Otra de las líneas concretas de trabajo de este grupo de investigación se centra en el control ambiental. En este sentido, según explica Antonia Garrido Frenich, los investigadores estudian la presencia de plaguicidas y contaminantes emergentes en aguas, suelos y sedimentos. Esta línea cuenta como novedad el atender a los contaminantes emergentes, que en muchos casos llegan a las aguas residuales urbanas provenientes del inodoro. Hablamos de medicamentos, de restos de productos de higiene personal, incluso de drogas, que expulsados por el organismo llegan a las aguas y los suelos. Esta es una línea relativamente nueva, ya que no ha sido hasta hace unas pocas décadas cuando se ha acelerado la detección de estos productos.

Estos investigadores también realizan trabajos relacionados más directamente con la salud de las personas. Se trata de una línea de control biológico, en la que estudian la presencia de plaguicidas y medicamentos en los fluidos humanos. En esta línea mantienen una colaboración intensa con el Complejo Hospitalario Torrecárdenas, para el desarrollo de nuevos métodos de análisis.

La línea más novedosa y que marcará el trabajo en los próximos años de este grupo es la relacionada con los compuestos bioactivos en alimentos. Se trata de una línea de investigación abierta en 2010, y con la que estudian la presencia de estos compuestos tanto en alimentos frescos como en los de cuarta y quinta gama. Este grupo de investigación cuenta con una infraestructura para detectar la presencia de hasta un centenar de polifenoles, es decir, de productos antioxidantes beneficiosos para la salud, que presentan estos alimentos. Según explica la directora de este grupo de investigación, los científicos aplican este nuevo método de detección a suplementos alimenticios, también conocidos como nutracéuticos, gracias a la financiación pública a través de dos proyectos (MINECO-FEDER, CTQ2012-34304, y Junta de Andalucía, P11-AGR-7034) y los acuerdos que tienen con varias empresas del sector, que intentan determinar qué componentes activos presentan sus productos.

Antonia Garrido Frenich explica que esta nueva línea de trabajo les está sirviendo para colaborar en el desarrollo de la normativa de etiquetado de estos productos, todavía por afinar a nivel europeo. Del mismo modo, cuentan con un contrato de colaboración con una empresa para el desarrollo de análisis de plantas silvestres, para la determinar su contenido de productos bioactivos.

De cara al futuro, estos investigadores potenciarán esta última línea centrada en los nutracéuticos, y para ello acaban de solicitar un proyecto de investigación de carácter europeo, en el que participan socios de otros 3 países, y en el que harán uso del nivel de desarrollo de sus métodos de análisis que, hasta el momento, se presentan más que fiables y que gozan de total seguridad.

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