La banda malagueña protagoniza el documental de José Antonio Hergueta y actúa en la gala Entrega Premios Certamen Cortometrajes y en el Teatro Cervantes
Cuarenta años de impecable e ininterrumpida trayectoria. La historia de Danza Invisible representa el perfecto sueño de adolescencia de tener un grupo musical de amigos y ver los años pasar con cientos de actuaciones en directo, casi veintena de discos y, lo más importante, ganarte con autenticidad y humildad el cariño y la buena vibración de un público que siempre les ha demostrado simpatía. Todo eso queda recogido en ‘A esta lado de la carretera’, un documental que ha sido dirigido por José Antonio Hergueta y que ha estrenado en el Festival Internacional de Cine, FICAL, su versión definitiva.
Según su director, “valoramos que se estaban haciendo un documentales de todos los grupos de los tiempos de La Movida y que teníamos nosotros que contar también la historia de Danza Invisible. Creo que pese a llevar esos cuarenta años juntos, dando conciertos todos los años, con más de 2.000 actuaciones, no se les ha hecho la justicia que deberían y estoy convencido de que este documental va a gustar no solo a los seguidores de la banda, sino a todo aquel que le guste la época de los ochenta o la música en general”.
El cuarteto al completo, Javier Ojeda (voz), Chris Navas (bajo), Manolo Rubio (guitarra y coros) y Antonio Luis Gil (guitarra y teclados), ha recordado aquella época de los inicios, que arrancaron con ensayos en el sótano de un pub llamado El Capote. “Aprendimos entonces a tocar poco a poco y ahora ver nuestra historia en la gran pantalla, ver todo junto, fue muy ilusionante la primera vez”, ha confesado Chris Navas. Un sentimiento similar ha expresado Manolo Rubio, oriundo de Cantoria, “fue muy emocionante, es ver tu vida entera”.
Su vocalista, Javier Ojeda, ha recordado que “cuando entré el grupo era todavía menos de edad, tenía 17 años”. Unos comienzos en los todavía era tímido en el escenario, algo que se fue diluyendo hasta convertirse en el inquieto e inconfundible ‘frontman’ que suma para que los conciertos de Danza Invisible sean siempre sinónimo de fiesta y alegría.
“Estoy satisfecho de lo que hemos hecho desde provincias, sin tener que irnos de nuestra Málaga a Madrid como sí hicieron otros grupos. Somos conscientes de que igual perdimos alguna oportunidad por ello”, ha dicho Ojeda. Sobre ello, Antonio Gil ha asegurado que “lo que está claro es que no hubiésemos sido igual de felices” y Chris Navas ha completado afirmando que “de ir a Madrid en los ochenta tengo claro que no llevaríamos cuarenta años juntos. No lo cambio por nada”. Ese ‘centralismo’ en cualquier caso siempre ha estado limitado en términos de la industria porque tal y como ha dicho Javier Ojeda “nosotros hemos sentido siempre el cariño del público a todas partes a las que hemos ido y eso es con lo que nos quedamos todavía hoy día, la gente es fantástica con nosotros”.
Ese es sin duda uno de los secretos del triunfo sobre el tiempo de Danza Invisible, como también la buena relación entre el grupo. “Siempre nos ha unido la amistad y nunca hemos compuesto pensando en lo que podía ser comercial o no. Hemos tenido siempre los pies en el suelo y no hemos querido aparentar ni ser más de lo que somos. Eso la gente lo percibe y te lo devuelve”.
Además de la proyección de ‘A este lado de la carretera’, Danza Invisible ha completado su presencia en FICAL interpretando dos temas en acústico dentro de la gala de la entrega de premios del certamen de cortometrajes y ofreciendo un concierto en Teatro Cervantes.