La administración propone implantar la nueva normativa con carácter retroactivo, limitando las opciones de futuro del alumnado, que obligatoriamente tiene que cursar Bachillerato de Artes si quiere continuar simultaneando con sus Estudios Profesionales de Música y Danza. Plantean que los alumnos afectados elijan a estas alturas de curso.
Se les obliga a cambiar la matrícula una vez empezado el curso y a recuperar las asignaturas no estudiadas: en el caso de Fundamentos del Arte, algunos tendrán que matricularse a distancia, porque no en todos los Institutos de Almería se imparte el Bachillerato de Artes. Tienen que escoger entre permanecer en los bachilleratos elegidos y renunciar a la simultaneidad, o bien matricularse en Bachillerato de Artes manteniendo la simultaneidad.
Esto supone que actualmente se encuentren en una situación de indefensión total y de desigualdad respecto a los demás, algunos sin opción de poder cursar la materia de manera presencial, abriendo una brecha de desigualdad entre los propios alumnos.
Hemos entrado en el tercer curso académico de pandemia, para venir ahora a sufrir otro fuerte varapalo adicional, esta vez dirigido a los alumnos que están matriculados en el primer curso de Bachillerato en la modalidad de simultaneidad con sus Estudios Profesionales de Música y Danza: cambiar a estar alturas de curso a la modalidad de Bachillerato de Artes, si quieren seguir manteniendo esta simultaneidad.
Y es que después de casi dos años de asumir el esfuerzo de tener que cursar enormes cargas lectivas en las condiciones propias de la pandemia, se encuentran con nuevas dificultades que superar. Su pasión por la música y la danza está siendo sometida a una prueba adicional una vez más, después de verse obligados a impartir las materias con restricciones que complican el aprendizaje, ya que son alumnos especialmente afectados por la pandemia, pues hay que sumar las restricciones propias de las limitaciones de aforos y el cierre de teatros y auditorios que ha limitado sus actuaciones y su contacto con los escenarios.
Después de haber comprobado que la educación a distancia no es una opción válida para todos los alumnos, la administración propone un escenario que muestra una lección no aprendida durante la pandemia: la obligatoriedad de cursar asignaturas a distancia, de materias en las que no se habían matriculado a principio de curso, para ver además limitadas sus opciones de elegir carrera universitaria una vez finalizado el bachillerato.
Hasta ahora, el alumnado de Enseñanzas Profesionales de Música y Danza podía aliviar la carga lectiva de las horas dedicadas a estas enseñanzas de Bachillerato en la modalidad elegida, cursando únicamente el bloque de asignaturas troncales de su modalidad. Esto permitía que el alumnado siguiera el itinerario formativo deseado, de cara a estudios universitarios posteriores, a la vez que cursaba sus estudios de Música o Danza. Podían estudiar con vistas a ser veterinario, graduado en derecho, graduado en artes visuales, músico o bailarín de profesión. La puerta estaba abierta de par en par para todos.
En diciembre de 2020, desde el Gobierno Central se aprobó la Ley 3/2020, que llegó para modificar la normativa anterior y que atenta directamente contra el alumnado que simultanea enseñanzas de música y danza y el bachillerato, limitando las modalidades para poder llevarlo a cabo, en exclusiva, a la modalidad de artes. Esta ley entró en vigor en enero de 2021.
El desarrollo normativo de esta Ley llega con la publicación del Real Decreto 984/2021, de 16 de noviembre, donde ya se indica de forma explícita que solo van a obtener el título de Bachiller el alumnado que, habiendo solicitado la simultaneidad, curse el Bachillerato de Artes.
Lo grave de esta normativa es que establece la aplicación de la misma con efecto retroactivo para el curso 2021/2022, del cual el alumnado se matriculó en julio de 2021. Este alumnado pudo solicitar en su día la simultaneidad con sus Estudios Profesionales de Música y Danza desde la modalidad de Bachillerato elegida, puesto que la normativa autonómica al respecto (Orden de 15 de enero de 2021 por la que se desarrolla el currículum del Bachillerato en Andalucía) que a fecha de hoy sigue vigente y que curiosamente se publica en enero de 2021, mismo mes en que entra en vigor la ley estatal antes referida, permite esta posibilidad.
La indefensión del alumnado llega cuando por parte de las autoridades educativas de la Junta de Andalucía, aplicando la normativa vigente en materia estatal, obliga a alumnos matriculados en la modalidad de simultaneidad y que no estén cursando el bachillerato en la modalidad de Artes a optar entre continuar cursando sus bachilleratos y renunciar a la simultaneidad, o cambiar a la modalidad de Bachillerato de Artes, manteniendo la misma. En ambos casos este alumnado se vería obligado a estas alturas del curso a matricularse de nuevas asignaturas.
Y lo que es más grave, el Bachillerato de Artes no se cursa en todos los institutos de Almería, con lo cual la opción que da la Junta de Andalucía para aquellos que cambien al Bachillerato de Artes, es cursar esta asignatura a distancia. Una barbaridad de solución puesto que este alumnado queda en una situación de desamparo total y de trato desigual respecto al resto de sus compañeros.
Por tanto, la solución pasa por aprobar una moratoria para el alumnado matriculado durante el presente curso escolar, de manera que se le permita terminar sus estudios por la modalidad elegida, simultaneando con sus estudios profesionales de música y danza. “Confiamos en que esta situación se pueda reconducir para evitar perjudicar a los alumnos de ambos conservatorios, y que no se vulnere el derecho de elección de los que se matriculen en los próximos años», explica María Dolores Ortiz, presidenta de la AMPA Santa Catalina del Conservatorio de Danza Kina Jiménez de la capital almeriense. “Los alumnos necesitan una solución que permita que puedan continuar estudiando, tanto en las Enseñanzas Profesionales de Música y Danza como en nuestras modalidades de bachillerato”. “Por eso las AMPAS reivindicamos que se dé marcha atrás a las legislaciones que nos han puesto en esta situación injusta y que nos quitan la posibilidad de compatibilizar la formación de los alumnos.
Una solución inmediata y de emergencia, para que los/as alumnos/as puedan continuar estudiando en las condiciones en las que se matricularon al inicio de curso, puede incluir la moratoria que mencionamos”, añade Pilar Jerez, presidenta de la AMPA Santa Cecilia del Real Conservatorio Profesional de Música de Almería. “Solicitamos transparencia hacia la comunidad educativa, estudiantes, padres y madres y profesorado. Nos hemos enterado cuando ya todas las decisiones estaban tomadas, viéndonos entre la espada y la pared. No puede repetirse esta situación. No buscamos culpables, buscamos soluciones”.