En todas sus exposiciones hay una parte importante que dedica a los olivos. “Cuando salgo de casa lo único que veo son olivos y eso de alguna manera, ha hecho que en mi pintura aparezca este árbol tan nuestro”, comenta. En esta nueva muestra, Jesús del Rey también aporta una serie de marinas, algo que también le apasiona y algunas obras las presenta en lienzos divididos en dos y tres partes. “Es un nuevo formato que me gusta mucho y que está tenido una gran acogida”.
Del Rey es un hombre que lleva el arte en sus venas desde siempre. El dibujo es algo que le ha apasionado, hasta el punto que ahora que está jubilado, pasa muchas mañanas en el campo pintando olivos. “En Mancha Real es el paisaje que diviso desde casa, por eso, me gustan tanto los olivos”, dice. Del Rey tiene mecanizado en su mano a los olivos, los pinta con una gran facilidad.
Del Rey es madrileño de nacimiento, aunque lleva muchos años viviendo en tierras de Jaén. Un buen día descubrió el gran clima de la zona de Roquetas y se compró una casa, lo cual hace que pase largas temporadas en tierras almerienses. Su afición por el dibujo le viene desde muy pequeño. “Mi pintura no es de pincelada vasta, sino mas bien es dibujada, porque de siempre me ha gustado el dibujo”.
Lleva cerca de 30 años pintando, aunque sus principios hay que buscarlo en el dibujo lineal. “Siempre me ha encantado el dibujo y la pintura y hago muchas cosas con carboncillo”. La luz y el color también son una característica que determinar la obra de Jesús del Rey. “Almería tiene una luz única y eso se refleja siempre en una obra de arte. Yo soy un enamorado de esa luz, que hace que los colores adopten otras tonalidades muy variadas”, dice.