El Príncipe don Felipe presenció hoy en la base ‘Álvarez de Sotomayor’ de Viator (Almería) el ejercicio final de adiestramiento del contingente Aspfor XXVI en el que unos 300 efectivos de la Brigada Paracaidista (Bripac) ‘Almogávares VI’ han recreado varias de las operaciones que desarrollarán en Afganistán a partir del próximo mes de julio, fecha en la que partirán en misión al país asiático.
El acto, que concluyó en el campo tiro y maniobras con la simulación con fuego real de un ataque a una columna de protección formada por una treintena de vehículos blindados, se inicio pasadas las 10,15 horas en el puesto de mando instalado para coordinar el ejercicio y en el que Don Felipe fue recibido por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general de Ejército Fulgencio Coll Boucher.
Vestido con el uniforme de campaña, que identifica a todo el Ejército del Aire, aunque con la boina azul, fue informado de manera pormenorizada tanto acerca de los detalles del contingente, formado por 1.034 efectivos, como de las intervenciones programadas en un teatro de operaciones donde las condiciones geográficas y climatológicas son similares a las afganas.
Con un avión no tripulado de pequeñas dimensiones sobrevolando el primer escenario, los integrantes de la Unidad Cimic, encargada de las relaciones con las autoridades civiles de los lugares en los que actuarán, fueron los encargados de abrir el ejercicio al desplegarse por la recreación de un poblado de la provincia de Bagdhis.
La demostración ante el Príncipe de Asturias, cuidadosa en los detalles hasta incluir a figurantes de civiles y efectivos de las fuerzas de seguridad afganas, consistió en asistencia sanitaria a la población, así como veterinaria al tiempo que varios efectivos de la unidad asistían a una sura o reunión de notables de la zona.
Entre esas actuaciones encaminadas a «favorecer el posterior desarrollo de las actuaciones militares» en el país asiático, tal y como explicó el comandante Juan Francisco Sierra, los participantes en el ejercicio pertenecientes a la denominada Unidad Psyops –operaciones psicológicas– repartieron panfletos para «ganar la confianza de la población».