Ven a Níjar

Ven a Níjar

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Por Esperanza Pérez Felices, alcaldesa de Níjar

Playa de los Genoveses, en el Parque Natural Cabo de Gata Níjar.

Seguro que cuando alguien escucha hablar de Níjar fuera de nuestra comarca lo primero que le viene a la cabeza es el Parque Natural de Cabo de Gata Níjar, y es normal, porque casi la totalidad de la zona protegida está en nuestro término municipal. 

Y aquí les cuento la primera peculiaridad. Somos uno de los municipios más extensos de España, y por eso somos un término denominado como comarca, por su amplitud, así que cabemos todos y seguro que el visitante no se aburrirá sin necesidad de salir de la zona de confort que proporciona nuestro territorio.

Níjar es un destino de playa, pero también de aventura. Tenemos centenares de kilómetros de caminos rurales poco transitados que son tomados diariamente por cientos de ciclistas que pueden elegir entre recorridos de sierra o directamente los que transitan por los pueblos de costa en el Parque.

Playas kilométricas o pequeñas calas salvajes, esa es la decisión que hay tomar si la jornada se centra en toalla, mar y relax sin espacios masificados, u optas por el buceo y ver desde el mar una de las costas más singulares y bellas del mediterráneo. Y eso no quita que todas las playas urbanas estén dotadas de todos los servicios que puedan necesitar, desde socorristas a baños públicos o amplias zonas de aparcamiento.

Yo, por ejemplo, recomiendo siempre a mis amistades visitar nuestra comarca en los meses de septiembre, octubre o noviembre porque el clima es muy templado y aún permite el baño con garantías. Y si optas por estas fechas te llevas un valor añadido importante y es que tienes acceso directo a las primeras cosechas de producto ecológico que exportamos a todos los países de Europa y de algún otro continente.

Y aquí hay que remarcar una cuestión muy importante, como es la oferta gastronómica, ya que con tanto mar y tanto cultivo, el pescado y la verdura fresca son los ingredientes principales de una tradición gastronómica que no dejará a nadie impasible.

Todos los pueblos de costa e interior están muy habituados a recibir turistas por lo que la elección más complicada puede ser, precisamente, dónde parar a comer, pero casi que con toda seguridad acertarás pares donde pares para hacer un alto en el camino.

Aguamarga, Las Negras, Isleta, Rodalquilar, San José, Fernán Pérez o los bares de tapeo que puedes encontrar en lugares como Ruescas, Los Escullos, Pujaire o Pozo de Los Frailes son verdaderamente para tener en cuenta.

Y de ahí pasamos a paisajes, porque hay mucho para ver. Desde las viejas minas de oro al volcán milenario que puedes recorrer en una de las rutas senderistas más conocidas de la zona. Subir andando hasta Huebro por la ruta de los centenarios molinos de agua o visitar lugares tan emblemáticos como el Cortijo del Fraile, donde se dieron los hechos que llevaron a Federico García Lorca a escribir Bodas de Sangre. Y si eres persona de acción, puedes sentirte como en pleno Oeste Americano en Los Albaricoques, desde donde Clint Eastwood dijo aquello de que la Muerte tenía un precio. Pero sólo en el cine, claro.

Níjar es escenario de numerosos rodajes cinematográficos, anuncios, videos musicales y todo tipo de producciones audiovisuales, por lo que poco más tengo que contar para convencer de que hay parajes, lugares y rincones, que no puedes dejar de visitar.

Y si quieres ver algo bonito de verdad tienes la Villa de Níjar, uno de los pueblos más bonitos de España en el que no puedes pasar de largo sin ver sus telares o ser testigo directo de cómo trabajan nuestros maestros alfareros, mientras te encaminas hacia el barrio de la Atalaya, la torre vigía que permanece expectante en lo alto del monte para dar la bienvenida a todos los visitantes y asegurarles desde esa altura que todos seréis bien recibidos y aquí, en Níjar, podéis sentiros seguros. Parajes de cine, buen clima, playa para aburrir y gastronomía son esos cuatro puntos cardinales que te ayudarán a tomar una decisión sobre por qué venir a Níjar.

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