Además de los stands informativos, en los que se intercambiarán piruletas por cigarros (rompiéndolos y depositándolos en las cajas destinadas a ello colocadas en los puestos), se van a realizar un pasacalles por el campus para alertar, de una forma más creativa, de los riesgos del tabaquismo.
El equipo de la Unidad de Promoción de la Salud que se encargará de llevar a cabo estas acciones vestirá con petos identificativos, de forma que cualquier persona que se muestre interesada en conocer más datos sobre el problema podrá recurrir a ellos en cualquier momento, además de poder acercarse a los stands.
Cabe recordar que, este año, el Día Mundial Sin Tabaco se consagrará a poner de relieve los efectos nocivos de la promoción del tabaco dirigida a las mujeres y las niñas. También subrayará la necesidad de que las casi 170 Partes del Convenio Marco de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el Control del Tabaco prohíban toda publicidad, promoción y patrocinio con arreglo a su constitución o sus principios constitucionales.
La gravedad del tabaquismo es conocida por todos, pero la OMS da ahora un nuevo dato: a lo largo del siglo XXI, 1.000 millones de personas podrían morir a consecuencia del tabaco.