Eloísa Cabrera ha presentado cuatro elementos de época fenicia y romana acompañados de información sobre la actividad pesquera
La delegada territorial de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Eloísa Cabrera, ha presentado junto al director del Museo de Almería, Carlos Fernández, la denominada “Pieza del mes”, que en esta ocasión se dedica a la temática “La pesca en la Antigüedad”.
En realidad, se trata de cuatro piezas que se exponen en el espacio habilitado en Museo Arqueológico junto a información de interés. Todas ellas proceden de excavaciones arqueológicas realizadas en Villaricos (Cuevas del Almanzora) y en el cerro de Montecristo (Adra) y datan de la época fenicia y romana de la provincia.
Una de las piezas es una pesa de red de la época romana. Otras dos son vértebras de túnido, indicando la gran trascendencia que tuvieron las salazones de esta especie. Todas ellas fueron halladas en 2004 durante una actividad arqueológica en Villaricos (Cuevas del Almanzora). Se completan las piezas expuestas con una concha de Bolinus múrex (cañaílla) como las que se empleaban para la confección de tintes y que fue encontrada en 1970 en una excavación realizada en el Cerro de Montecristo (Adra).
La Cañaílla
Entre la información que ofrece el Museo de Almería, se detalla que la industria derivada de la pesca más célebre en la Antigüedad fue la de la fabricación de un tinte de color rojo extraído precisamente de un espinoso molusco y que de ello hay numerosas evidencias arqueológicas en la franja costera almeriense.
Este molusco es la cañailla, un gasterópodo, univalvo, que vive en aguas poco profundas y que cuenta con una pequeña glándula hipobranquial de cuya secreción se extraía un preciado tinte de color púrpura que caracteriza a la vestimenta del mundo fenicio. Las capturas debían realizarse en otoño e invierno que es cuando la glándula ha producido ya la sustancia tintórea. Para la fabricación del pigmento se requería la extracción de enormes cantidades de dicho molusco, lo que dejó su huella en las notables acumulaciones en forma de montículos que se pueden hallar en las factorías fenicias primero y más tarde, en las romanas, continuadoras de la tradición.
Industria de salazón
Otra industria importante en las costas de Almería en la Antigüedad, así como en el resto del litoral andaluz, fue la industria de salazón. Tanto en época fenicia como romana, una captura estratégica fue la de los túnidos (atún, caballa o melva, entre otros).
Dichos atunes, procedentes de puntos muy remotos, como las costas de Senegal, penetran hacia la primavera en el Mediterráneo para desovar, para lo que tienen que atravesar el angosto paso del Estrecho de Gibraltar. Fue precisamente allí, tanto en sus orillas atlánticas como mediterráneas y tanto septentrionales como meridionales, donde se desarrolló ya a mediados del siglo VI antes de Cristo una floreciente industria de salazón o conserva del pescado en sal, industria que iba a disfrutar de extraordinaria salud durante siglos y se iba a extender hasta las costas de Almería.
También en el espacio dedicado a la “Pieza del Mes” se recoge información sobre las evidencias acerca del uso de redes durante el pasado fenicio y romano de Almería. Evidencias que se encuentran por ejemplo en los hallazgos de pesas de red, como es el caso de la que se muestra para la ocasión en el Museo.