La Asociación Amigos de la Alcazaba y la Fundación Ibn Tufayl, organizadores del ciclo de conferencias y curso ‘Urbanismo de la Almería Andalusí’, llenaron en la tarde de ayer el salón de actos de la UNED en Almería, entidad colaboradora en una iniciativa que profundizará en el pasado de la Almería musulmana, con cinco ponencias sobre cinco áreas temáticas distintas.
En palabras de la presidenta de la asociación, María Teresa Pérez, “además de nuestra firme defensa del patrimonio, Amigos de la Alcazaba sigue contribuyendo a la difusión del conocimiento de nuestro pasado, algo siempre indispensable para saber valorar la importancia de nuestra riqueza cultural y patrimonial”.
Todas las conferencias serán impartidas por Jorge Lirola Delgado, profesor de árabe de la Universidad de Almería y presidente de la Sociedad Española de Estudios Árabes y, ayer, fue el turno para el análisis de las 16 puertas que jalonaban las murallas medievales de Almería.
En este sentido, Lirola detalla que “las puertas determinan el urbanismo porque es la entrada a la ciudad y determina las vías de acceso y el entramado urbano. Conocemos 16 puertas y no solo tenían una función defensiva, sino que hacían también de función fiscal. Sobre todo la Pechina, la de la Vega y la Aduana. Esas tres son las que más salen en los libros de cuentas de la Alcazaba porque en ellas generaban impuestos, el actual IVA, del consumo. De ese modo lo controlaba el fisco. Todo producto que entraba o salía estaba controlado”.
El ponente explica que “por cuestiones defensivas, tienen siempre una entrada en recodo, excepto la de la atarazana, evidentemente si había que entrar y salir con embarcación no podía tener recodo. Las puertas tenían nombres algunas muy definitorias, la de los Aceiteros, que después en época cristiana fue la de las Carretas, tenía unas características muy determinadas para las carretas”.
Sobre la conservación de las mismas, Lirola lamenta que “la única que se ha conservado es en el monte se San Cristóbal una pequeña puertecita. Sabemos que en la Alcazaba hay otra intermedia, que conectaba el primer recinto con el segundo, la del Postigo. Luego en la Medina en sí, que se construye en 955, había otras 6 puertas, la más monumental era la puerta del Águila en la época árabe. En la cristiana sería la puerta de la Imagen. Estaba en el cruce de la calle de la Reina con la calle Real de la Almedina”.
Una destrucción que llegó con la ampliación burguesa de la ciudad. “Todas fueron desapareciendo sobre todo en el siglo XIX con el crecimiento de la ciudad, el crecimiento urbano y burgués. Se desmantelaron. Era un gran negocio desmontar una puerta y eso lo ha rescatado Antonio Gil Albarracín en su libro, vienen las cuentas de lo que suponía. Producía trabajo y había que pagar jornales pero a su vez producía lo que eran los sillares, rejas, columnas, que luego se aprovechaban. Las puertas no eran solo de madera, estaban recubiertas de hierro para que no bastara en un ataque con prenderles fuego”.
Próximas citas
Tras el importante éxito de la primera sesión, la segunda conferencia será el próximo 19 de marzo y versará sobre las ‘Mezquitas’, dando cuenta de las seis conocidas en Almería, en especial la Aljama, cuyos restos se conservan en la actual Iglesia de San Juan. Se conoce a un gran número de personas que prestaron en ella sus servicios, bien como predicadores o imames, bien como maestros, pues sus patios servían de aulas para enseñar.
El 16 de abril será el turno de las ‘Rábitas’, que estaban ubicadas en puntos estratégicos en las afueras de los núcleos de población y que están en el origen de la propia ciudad de Almería. La conferencia del 7 de mayo versará sobre los ‘Cementerios’, que era lo primero que debían atravesar los viajeros que venían o se marchaban de Almería. Gracias a las investigaciones se pueden conocer las cronologías de los cementerios; y no se ha de olvidar que Almería cuenta con la más importante y lujosa colección de lápidas funerarias de todo al-Andalus, talladas en mármol.
El 21 de mayo finalizará el ciclo con una conferencia sobre la ‘Alcazaba’, que entonces estaba dividida en dos recintos y que, a lo largo de la historia, ha sufrido diversas remodelaciones.
