Voluntarios recogen más de 3.000 kilos de basura en la Rambla Morales,...

Voluntarios recogen más de 3.000 kilos de basura en la Rambla Morales, en su mayoría restos del sector agrícola

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Este domingo se llevó a cabo una actividad de participación ciudadana y voluntariado ambiental en la Rambla Morales, dentro de los límites del P.N Cabo de Gata Nijar. A pesar de las adversas condiciones climáticas con las que se despertó el día, 169 participantes de 25 colectivos conservacionistas, ecologistas, naturalistas, empresas privadas y a título personal, participaron en ella. 

El objetivo de la actividad, diseñada y planificada antes de que se produjese la gota fría del 13 de septiembre con sus devastadoras consecuencias, era el de exigir que se cumplan las leyes en cuestión de gestión de residuos en la agricultura intensiva, base económica, junto al turismo, de nuestra provincia. Según los organizadores, es cierto que en las últimas décadas se ha avanzado mucho dentro del sector, pero las evidencias, tras un paseo por cualquier rincón de nuestros espacios protegidos, son abrumadoras. «Se pueden buscar cientos de excusas, culpabilizarse los unos a los otros, pero los residuos de la agricultura aparecen en nuestras playas, en las ramblas, en el corazón de la joya de la corona, el P.N. Cabo de Gata Nijar«. 

Como ejemplo valgan los datos de los residuos recogidos en apenas cuatro horas de trabajo, un grano de arena comparado con todo lo que queda en la Rambla Morales.

  • 3.020 kg recogidos en 302 sacos de basura de una media de 10 kg cada uno.
  • Más 172 garrafas de de fitosanitarios.
  • Más 37 ruedas de diferentes vehículos, la mayoría de turismos, pero varias de ellas de camión.
  • Más 1 Frigorífico, 1 calentador, 1 bidón de 50 litros, 1 sofá, 1 estructura metálica para un recipiente de 500 kg y 3 palets.

De los 302 sacos de basura, los voluntarios de Greenpeace realizaron una auditoría para conocer el origen de los residuos de 25 sacos elegidos al azar, con un peso total de 137,4 kg. El 86 % provenían de la agricultura intensiva, en su mayoría plásticos y bandejas de corcho de los semilleros. En el 14 % restante se mezclaban botellas de plástico, vidrio, latas, y diversos materiales difíciles de clasificar provenientes de la actividad urbana.

Los números hablan por sí solos, para los colectivos conservacionistas, que temen que se traten de justificar por las condiciones especiales que se han producido con DANA, y que según recuerdan, son parecidas condiciones, con consecuencias similares para el medio ambiente, que ya se dieron en el 2012 y en el 2016, y que por desgracia se volverán a dar en los próximos años. «Deseamos que la gota fría que se anuncia para esta semana, no vuelva hacer el mismo daño y tengamos que  lamentarnos por el trabajo no realizado».

«Para los allí presentes ver los plásticos colgando de los tarays, las adelfas, las cañaveras, enterrados bajo los sedimentos arrastrados por la tormenta, era como ver los millones de animales muertos en las orillas del Mar Menor. Ambos sucesos han sido la gota que ha colmado el vaso, la consecuencia de una mala gestión de los residuos, de un abuso y sobrexplotación de los recursos, de la permisividad de las administraciones para no vigilar y castigar a aquellos agricultores que no cumplen la normativa, de un modelo económico insostenible ambientalmente», declararon.

Además, recuerdan las promesas de inversión de muchas de las administraciones competentes en el problema, como los seis millones de euros que se iban a invertir en las ramblas de Nijar el año pasado, «pero hasta ahora muy pocos hechos que evidencian la falta de compromiso con la conservación de nuestro entorno, de los delicados y singulares ecosistemas que hay en nuestra provincia, y de la exclusiva biodiversidad que atesoran».

«Somos conscientes de que las prioridades son otras y la falta de recursos la excusa de siempre. Pero si el modelo tan exitoso que tenemos y defendemos, no tiene la capacidad de gestionar los residuos que genera, de garantizar el agua para el futuro, más que exitoso deberíamos calificarlo como ruinoso e insostenible».

Por todo ello, desde los grupos conservacionistas, naturalistas, ecologistas y las empresas participantes se ha difundido una lista de tres peticiones al respecto, que a continuación reproducimos:

  • «Exigimos de una vez por todas a las administraciones que regulen un sector que ha dado muestras de no saber regularse por sí mismo, ya que solo miran por su rendimiento económico, que siempre sale a ganar, porque, entre otras muchas cosas, no realizan una buena gestión de los residuos».
  • «Nos ofrecemos a colaborar, ya que no cuesta tanto, no con nuestro silencio y escondiendo la realidad bajo la alfombra, sino sentándonos a la mesa correspondiente, para intentar buscar soluciones al problema».
  • «Invitamos a que cualquier representante de cualquiera de las administraciones, nos responda a las siguientes preguntas que nos hacemos en cada una de las acciones de sensibilización y educación ambiental que llevamos a cabo».

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