La nueva exposición temporal que acoge el Faro de Roquetas de Mar recoge trabajos de madre e hijo, Candi y Claudio, que demuestran una destreza sorprendente para la creación de objetos artesanales a partir de materiales del día a día, que llaman poderosamente la atención por su atractivo visual.
“Inauguramos una nueva muestra que es reflejo de la versatilidad del Faro de Roquetas. Desde el Ayuntamiento, concebimos este espacio expositivo como el lugar que mostrara la riqueza de la creatividad que tenemos en el municipio y en la provincia, poniendo a disposición de todos los creadores la singularidad y personalidad de un edificio emblemático donde exhibir sus creaciones, todo tipo de creaciones. Nos sentimos orgullosos de que los artistas y artesanos quieran exponer en nuestro Faro y que se haya convertido así en referente”, declara José Juan Rodríguez, concejal del área de Gobierno Interior y Promoción Deportiva y Cultural, quien fue el encargado de inaugurar la muestra junto al concejal de Cultura, Educación y Juventud, Juanjo Salvador. Estuvieron acompañados por la coordinadora de exposiciones municipal, Mariquina Ramos. La exposición actual estará hasta el 15 de septiembre.
El visitante que entre en el Faro y acceda a la sala izquierda, encontrará una variada colección de diseños firmados por Candi Sánchez. Sobre mesas y expositores, le atraerán los monederos, jabones naturales, abanicos pintados a mano, cáctus de ganchillo, colgantes, cajitas, botes…, e incluso imanes de nevera realizados a partir de cápsulas de café recicladas.
Cualquier material es válido para despertar la creatividad de esta artesana almeriense, que lleva una década haciendo de su hobby una segunda profesión. “Yo he sido restauradora de muebles y ahora llevo varios años fabricando estos pequeños objetos, primero como afición, porque me lo pedía la gente conocida, y luego para venderlos en puestos de distintos mercados en la provincia”, explica Candi Sánchez. Para ello, cuenta con la ayuda de su amiga y familiar Isabel Martínez.
El foco de la exposición se encuentra sin embargo en las paredes de la sala y lo componen una veintena de tejas decoradas, algunas de ellas en relieve y otras con la técnica de la transferencia de dibujo. Las primeras de ellas invitan a ser observadas una por una, atendiendo a cada detalle: ventanas, cortinajes, macetas, e incluso alacenas de cocina con vajilla en su interior. Todo a un tamaño diminuto que hace admirar la pericia de su autora. En la pared del fondo, las tejas con dibujos transportan a bellos paisajes. Elementos decorativos muy originales que se pueden adquirir en la propia exposición.
Como sucede también con la segunda sala, donde el hijo de Candi, Claudio Corsi, expone una pequeña muestra de las mochilas de tela cuyo éxito le han llevado a crear la marca registrada Bosha. Bolsas que se llenan de fuerza a través de los estampados de sus telas, seleccionadas cuidadosamente en su color y composición por el artesano, con el valor añadido de que la calidad de su confección, con doble forro en su interior, las hace reversibles. Las hay para todos los gustos y edades.
“Llevo cinco años confeccionando las mochilas Bosha, que también vendo en algunos mercados artesanales, como los especiales de Navidad”, cuenta Claudio. Y, cómo no, también se pueden adquirir en el Faro. Su exquisito gusto y el cuidado de los detalles se refleja también en las fotografías que acompañan a las mochilas en la muestra del Faro. En su caso, su ayudante tiene seis años y es Cristina Corsi, su hija y nieta de Candi. ¿Quizá la próxima artesana de la familia?
