La investigadora Concepción Núñez Rey ha presentado en Almería una exhaustiva miscelánea periodística, primera en su género, de Carmen de Burgos, también conocida por su seudónimo de Colombine. Bajo el título de “Carmen de Burgos, periodista universal”, a lo largo de dos volúmenes que suman 1.400 páginas, distintas instituciones públicas y privadas como el Ayuntamiento de Níjar, el Centro de Estudios Andaluces y la Fundación José Manuel Lara— han sumado esfuerzos para hacer posible esta edición.
Así, Alfredo Valdivia, delegado territorial en funciones de Cultura, Turismo y Deportes en Almería, ha destacado el impulso por parte del Ayuntamiento de Níjar, patria chica de la escritora almeriense, a la hora de afrontar este proyecto, que ha sido liderado por la dirección general de Industrias Creativas y del Libro, de la Consejería de Cultura.
Por su parte, Juan José Téllez, director del Centro Andaluz de las Letras, que recientemente incorporó a Colombine a la serie Nuevos Clásicos Andaluces, ha destacado el papel desempeñado en esta materia por el Centro de Estudios Andaluces, dependiente de la Consejería de Presidencia, y por la Fundación José Manuel Lara, que ya en su día editó “Carmen de Burgos, Colombine, en la Edad de Plata de la literatura española”, obra también de Concepción Núñez.
La herencia periodística de Carmen de Burgos
Durante la rueda de prensa que ha precedido a la presentación pública de esta profunda aproximación al periodismo de Carmen de Burgos, Concepción Núñez ha recordado el largo tiempo que ha dedicado a esta antología, cuya minuciosa investigación ha abarcado varios miles de artículos, junto a entrevistas, semblanzas y referencias diversas, que se acerca a los diez mil textos, de los que han sido revisados para la presente obra alrededor de seis mil: “De ellos, se ha realizado una primera selección de artículos considerados imprescindibles que se acercaba a los setecientos. Por razón de los límites establecidos para la presente edición aún ha sido preciso reducir casi a la mitad la selección”.
Los promotores de este acontecimiento editorial no descartan que, en una versión virtual de esta obra, pueda accederse en su día a la edición completa, tal y como la ha concebido Concepción Núñez. Para ella, Carmen Cienfuegos fue la primera periodista profesional de nuestra historia: redactora de Diario Universal (1-1-1903). Poco después, corresponsal en Francia e Italia de Heraldo de Madrid y del naciente ABC (octubre 1905-verano 1906). En el verano de 1909, en Marruecos, se convirtió en corresponsal de guerra; más tarde nos ofreció un extenso documento de la Primera Guerra Mundial. A juicio de esta investigadora, Colombine supone una de las cumbres de la regeneración española. Tras la muerte de Pardo Bazán en 1921, Carmen de Burgos se había convertido en la decana de las letras españolas, lo que se refleja en su papel institucional, y en el valor simbólico de su figura antes de su inesperada muerte en 1932. A pesar de haber muerto varios años antes, la dictadura franquista prohibió expresamente la reedición de su obra: “Desde sus columnas –afirma Concepción Núñez a propósito de su columna diaria “Lectura para la mujer”–, fue pionera del feminismo español defendiendo diversas causas a través de campañas en favor del divorcio, del voto, de la educación de la mujer y se su integración en la vida laboral”.
Desde su punto de vista, “las columnas de Carmen de Burgos divulgaban la situación legal de la mujer, su discriminación en el Código civil, en que era tratada como un ser menor bajo la tutela del padre o del marido”.
A juicio de Concepción Núñez, fue universal “por haber creado un magno documento en que depositó la exploración de todos los espacios de Europa hasta su extremo Norte, así como de los espacios de América por los países del Atlántico y por los del Pacífico, observando en todos ellos su naturaleza, sus sociedades y sus culturas”. “Universalidad –añade–, por haber contemplado siempre la existencia humana a través de los ideales de igualdad y justicia para todos, que impulsaron los pensadores de la Ilustración y que hoy reconocemos como los inalienables Derechos de la Humanidad”.
Su nombre y su voz no sólo se extendieron por la prensa española sino por la de muchos medios internacionales de habla hispana, desde Nueva York a Cuba, Chile o Argentina, e incluso llevando esa voz, traducida, a la prensa de Francia, Italia o Portugal.