Joaquín Araújo, reconocido naturalista y activista medioambiental que defiende la Ética Ecológica, fue el protagonista, de una nueva entrega de los Viernes Científicos de la Universidad de Almería, que organiza la Facultad de Ciencias Experimentales. En su conferencia, este reconocido activista y divulgador del medio ambiente remarcó el sinsentido de algunos aspectos de la sociedad actual.
Mar Verdejo, activista y egresada de la propia Facultad de Ciencias Experimentales, presentó a Joaquín Araújo, “es una tarea difícil decir quién es nuestro ponente debido a su destacada personalidad polifacética. Es naturalista, agricultor, periodista, sociólogo, divulgador, activista, escritor, poeta…”
Él mismo se define como “campesino”, ya que dedica la mayor parte de su tiempo a la agricultura ecológica; de hecho, ha plantado cerca de un árbol por cada día que ha vivido, aproximadamente unos 24.500. Además de esto, el trabajo de Joaquín Araújo es incesante con respecto a la divulgación; en este sentido, escribe, utiliza la radio y el cine documental, da conferencias, exposiciones y charlas, además de ser un reconocido activista ecológico y cultural desde hace 50 años.
Es evidente la alta capacidad del ponente, debido a esto es necesario nombrar algunos datos de sus logros. Para resolver la cuestión, se sustenta en parte en 33 carnets de ONGs, siendo fundador y presidente de algunas a lo largo de su trayectoria. Asimismo, también ha dirigido y escrito 8 enciclopedias. El currículum de este ponente es interminable, con 2.516 artículos publicados y siendo guionista en nada menos que 340 programas de televisión. En relación a ello, y teniendo en cuenta su prolija producción radiofónica, con unos 5.700 programas, en ambos medios hizo historia realizando los primeros directos de naturaleza. Se trata, por tanto, de un muy contrastado ponente con más de 2.500 conferencias pronunciadas en una decena de países, que además es reconocido, como deja clara la cifra de 49 premios concedidos en su vida, el único español dos veces galardonado con el Premio Nacional de Medio Ambiente.
El objetivo que ha perseguido Araújo en esta intervención ha sido el de fomentar la toma de conciencia de que el trabajo de conservación se hace para trascender en el tiempo; como él mismo ha señalado; “trabajamos para algo que aún no existe ni existirá, para el futuro”. De igual modo, ha intentado dar una sencilla explicación de lo que es la ‘Ética Ecológica’, “se basa fundamentalmente en darle un poco más de sentido a la vida, y cuyo resumen absoluto es dar las gracias por lo que la naturaleza hace por nosotros. Nos enseña a vivir, a saber vivir”.
A lo largo de la conferencia, Joaquín Araújo ha destacado los propósitos que tiene la Ética Ecológica y contra lo que lucha y se promueve; algunas de las ideas que guardan relación con esto y que merecen ser desatacadas por la brillantez de la mente que las expone son la ardua defensa de que la belleza natural es la inclusión de todas las cosas, ese es uno de sus principios, como señalaba Araújo. De igual modo, se han tratado puntos como la superpoblación, la contaminación o el deterioro de las facetas y actividades humanas, así como la permanente prisa de nuestra especie.
Por otra parte, Araújo ha hecho una reflexión autocrítica sobre nuestra especie, “la fuerza más poderosa del cosmos es la comodidad, al igual que la mezquindad, a esto es lo que se enfrenta todos los días la ética ecológica, el no dar las gracias. Hemos creado lo peor del universo (la mezquindad), pero también lo mejor: la compasión, elemento necesario para desarrollar nuestra ética.”
Para acabar, Joaquín Araújo ha tocado uno de los temas que más controversia generan y el que él más disfruta: la equivocación del ser humano ante la naturaleza. Estas son algunas de las palabras que ha expuesto en el evento, “la equivocación intelectual y científica más grave de esta especie (la inteligente, culta, la que piensa) es el considerarse algo a parte de la propia vivacidad, del paisaje, de la propia naturaleza. Hemos dejado atrás la otra mitad que nos hace ser lo que somos, la naturaleza. Somos la mitad de nuestra potencialidad, esta civilización está lisiada, lisiada por ella misma voluntariamente. Esta sociedad ha conseguido que la fealdad se acumule en muchedumbre.”
Finalmente, Araújo se despedía del público presente dejando claro las ideas que defiende. “Naturaleza, precisamente naturaleza es eso de que tengamos una cosa aquí dentro como un puño que bombea 5.600 veces sangre, que es naturaleza el que si nos pinchamos un dedo con la espina del rosal y se introduce una bacteria en nuestro sistema…, ahí van 2 millones de células a intentar defendernos sin que nada del pensamiento, nada de los recursos, nada de las emociones, nada de la ciencia, y nada de la cultura intervenga. Solo interviene la naturaleza. ¿Qué es eso de destruir la naturaleza? Si ella es la que nos está cuidando permanente, sucesiva, incesante y gratuitamente. No podemos prescindir de la naturaleza.”