Más de veinte niños y niñas asistieron a la Diputación Provincial el miércoles, 27 de enero, para la presentación del libro infantil ‘Dos mundos para Yumpe’, de Concha Castro. El libro, que cuenta con un prólogo e ilustraciones elaboradas por alumnos del CEIP Lope de Vega, colegio donde enseña Concha Castro, fue presentado también por tres de las alumnas que han colaborado en el mismo. La autora habló de la importancia de contar historias para el desarrollo de los pequeños, y animó a escribir a todos los niños.
‘Dos mundos para Yumpe’ es el último libro de literatura infantil escrito por Concha Castro. Ha sido editado en colaboración con la Diputación de Almería y cuenta con las ilustraciones de Javier Pena, además de las elaboradas por los alumnos del centro y un prólogo escrito por Irene García, alumna del colegio Lope de Vega. El libro puede adquirirse por diez euros, cuyos beneficios irán destinados a la Asociación Amigos del Sahara.
Yumpe es un niño que tiene que mudarse de su pequeño pueblo a una gran ciudad. Es una historia de integración, respeto, solidaridad y paz, una «fábula intercultural». Así definía el libro el delegado de Educación, Francisco Maldonado, quien destacó la labor pedagógica de Concha Castro, por su promoción de la lectura y escritura.
Por su parte, Julia Peña, directora del CEIP Lope de Vega, explicó que desde el equipo directivo del centro se pretende conseguir alumnos lectores que además amen la lectura, y eso es precisamente lo que Concha Castro ha conseguido. Así, los niños del centro han participado en todo el proceso de creación de este libro.
La autora puso el texto a disposición del colegio para que los niños pudieran elaborar las ilustraciones, y de todos los dibujos entregados se seleccionaron los que iban más acorde con la historia, que son los que se encuentran publicados. El resto de dibujos se han archivado en la biblioteca del centro y están a disposición de niños y profesores.
Pero este libro es tan sólo la primera fase del proyecto que el colegio está llevando a cabo para fomentar la lectura y los valores de la solidaridad y la paz. Los beneficios de este libro se han puesto a disposición de la Asociación de Amigos del Sahara, para ayudar en su labor. Así, los niños, además de colaborar a la hora de hacer las ilustraciones, también se han concienciado de la situación de otros pueblos que viven en otras partes del mundo y que necesitan de la cooperación y solidaridad. Un libro fruto de la cooperación entre autora y alumnos del centro, será ahora de ayuda para la cooperación internacional.
Pero el proyecto tampoco termina aquí. Según informó la directora, Julia Peña, a final de curso los niños y niñas del CEIP Lope de Vega podrán conocer a algunos de los niños saharauis que vendrán a Almería, y conocerán así a las personas a las que han ayudado con este libro. Es además una oportunidad única de establecer lazos con otras culturas y vivir en primera persona lo que significa el respeto y la integración.
La autora del prólogo, Irene García, de sexto de primaria, leyó este escrito a todos los presentes, mostrando sus dotes para la escritura y agradeciendo a Concha Castro su motivación a la misma. Es un prólogo cargado de emociones que invita a leer un libro «inspirado en cada uno de los niños que todos llevamos dentro».
Así, algunas de las ilustradoras del libro mostraron lo ilusionadas que están de que sus dibujos apareciesen publicados en un libro.
Concha Castro, que fue la última en intervenir, no quiso extenderse mucho en su discurso porque para ella los protagonistas son los niños que han colaborado en el libro. La autora recordó cómo comenzó a escribir cuando apenas era una niña, gracias a la labor de sus padres, ambos maestros, que se pasaban el día contándole historias, ya que en la posguerra apenas había cuentos infantiles.
Por eso Concha pidió a los padres de los niños que no dejaran de contarles historias, cualquier anécdota de la infancia de los padres, de los abuelos, puede ser un buen relato para los niños. Además, destacó la importancia de que los padres den ejemplo leyendo libros e incluso escribiéndolos. Por último, animó a todos los niños a escribir, cualquier cosa, un par de líneas al día, pero escribir algo.