Albert Boadella es un genio sobre el escenario. Se atreve con todo, cuando está sobre las tablas. No tiene pelos en la lengua. Es un actor sencillo, cínico e inteligente que el pasado viernes deleitó al público que acudió al Teatro Auditorio de Roquetas de Mar para ver ‘El sermón del bufón’. Boadella a lo largo de hora y media se desdobla en el escenario a modo de monologo. Aparecen Albert el niño y por otro lado Boadella, el actor.
Boadella a lo largo de hora y media hace un recorrido por grandes momentos de su vida, y lo hace además con ese humor tan particular que destila el actor y director de teatro. Eso sí, cada frase que Boadella lanza en este monologo está muy bien estudiada, ya que hay momentos de risa, otros momentos sirven para que el actor exponga su forma de pensar sobre diversos temas.
A lo largo de la noche aparecen en una gran pantalla, momentos vividos con su grupo Els Joglars a lo largo de su trayectoria artística. Apoyándose en esas imágenes por el escenario aparecen personajes como Jordi Pujol o el rey emérito Juan Carlos I. Boadella no tiene pelos en la lengua al criticar a Pujol y destacar lo cachondo que es el rey emérito. Pero la cosa no queda ahí.
A Boadella no se corta un pelo al asegura que la mayor parte de las obras que están en el Museo Reina Sofía son perfectamente prescindibles, incluido el Guernica, de Picasso. El tema del nacionalismo catalán aparece en más de una ocasión sobre el escenario. Albert Boadella siempre ha tenido las ideas muy claras en ese sentido, pero lo mejor es que todo lo que dice lo hace con un gran sentido del humor. “La vida, la muerte y el teatro, con música son más llevaderos”, dijo Boadella.
Tras la representación de la obra, Albert Boadella, acompañado del teniente de alcalde, José Juan Rodríguez y el director del Teatro Auditorio, Juan José Martín descubrió la butaca de honor que lleva su nombre. La butaca 4 de la Fila 1 desde el viernes lleva el nombre de Boadella. El actor se mostró muy agradecido de recibir tal distinción en un día tan especial. “Se agradece y se acepta en un día triste para este país, para España”, dijo.
Antes de la representación de la obra, en los preludios musicales, actuó la Dixieland Clasijazz en la cafetería del Teatro Auditorio.