Mari Carmen García Yáñez, nacida en Cazorla y actualmente residente en Jaén, expone la muestra Latidos en el Faro de Roquetas de Mar hasta finales del mes de agosto. “Suelo veranear en Roquetas de Mar desde hace algunos años y llevo dedicada casi por completo a la pintura desde hace diez años”, ha señalado.
García Yáñez estuvo trabajado en Asuntos Sociales en el Ayuntamiento de Jaén hasta que se jubiló hace diez años. “Tras jubilarme tenía que dedicar mi tiempo y me centré en la pintura. Siempre hice garabatos y dibujos, pero jamás pensé que tenía esto escondido. Cuando me jubilé me puse en clases de la Universidad Popular en Jaén, pero hace tres años realmente me di cuenta que podía explotar algo más esta cualidad, eso se produce cuando descubro la acuarela”, ha indicado la autora de esta muestra.
“Mis inicios fueron con el óleo y luego me apunté con un profesor de retrato. Me apasiona el retrato. Paso muchas noches sin dormir, y por mi problema no puedo estar mucho tiempo en la misma posición. Como no me gusta ver la tele paso muchas horas pintando”, comenta.
Especialista en retrato
“La acuarela no es lo que más me gusta, si me gusta mucho salir con mis compañeros a pintar. El óleo y el pastel es lo que más me gusta”, sostiene. En el Faro de Roquetas hay varios retratos que ha realizado esta artista, que asegura que “pintar retratos me relaja mucho”.
En el Faro hay varias acuarelas donde toca el tema urbano, que además domina muy bien, y las flores también es otra temática que Mari Carmen García toca en sus obras al óleo. “No pinto al natural, cuando un paisaje me gusta hago una fotografía y luego tranquilamente lo pinto”.
Nicolás Angulo Otiñar escribe sobre la obra de Mari Carmen García Yáñez. “Se percibe tanto un deseo por lo correcto y por lo bien hecho como por atreverse en un recorrido por nuevos caminos para descubrir, para entender, pero con la seguridad de que va a volver a la práctica de la figuración, de una vereda sin perdida”.
“Excepcional y prometedora artista, capaz de insuflar y generar ilusión al espectador con la misma intensidad y pasión con la que desarrolla su trabajo”, opina Nicolás Angulo.