Las salas del Centro Andaluz de la Fotografía acogen la muestra Cespedosa, del Premio Nacional de Fotografía, Juan Manuel Castro Prieto, que gira en torno a la reconstrucción de la memoria del autor en forma de historia gráfica de 39 años de producción fotográfica.
La exposición se centra en Cespedosa de Tormes, un pequeño pueblo de la provincia de Salamanca, donde nacieron y vivieron los progenitores del autor y un lugar de referencia de su entorno vital. La muestra está comisariada por Chema Conesa.
A través de 171 fotografías agrupadas en seis apartados, complementada con vídeos, Castro Prieto nos muestra una Cespedosa que trasciende la mera descripción fotográfica, que va más allá del documentalismo al uso y que actúa como lugar mágico para el autor donde da rienda suelta a sus ensoñaciones y sus pulsiones creativas.
El primer apartado es el más cercano a la descripción topográfica de Cespedosa y actúa como receptor físico del paisaje, elemento de equilibrio físico, de orientación espacial resuelta en composiciones que compartimentan el espacio pero se muestran unidas. Piezas que describen el paisaje del entorno del pueblo y el interior de una habitación típica de esta geografía.
El segundo apartado comprende los orígenes fotográficos de Castro Prieto. Sus primeras imágenes como aficionado y soñador del oficio deseado, sus seres queridos más cercanos, sus rincones de ocio, sus espacios a explorar.
En un tercer apartado se exponen las claves de su pensamiento fotográfico en forma de fotografías de pequeño formato, polaroids algo ampliadas, que constituyen una auténtica hoja de contactos donde están las claves de lo que interesa formalmente al autor, los objetos y la forma de acercarse a ellos que nos avanzan lo que llegará a ser la foto finalmente realizada.
Un cuarto apartado se compone de una selección de unas 30 imágenes ya en tamaños de 50 x 50 y de 100 x 100 cms, donde se recoge su trabajo inicial profesionalmente resuelto y más cercano a la visión descriptiva y documental, donde ya aparece el retrato, la disociación espacio y tiempo y el realismo mágico que augura en sus etapas posteriores. Unas cuantas imágenes de este apartado constituyeron el trabajo “DIAS NOCHES” y “ÁLBUM DE FAMILIA”.
El quinto apartado, si podemos llamarlo así, recoge la explosión de toda su creatividad que dio lugar a su trabajo “EXTRAÑOS”, comenzado en su pueblo y que constituyó el cuerpo de trabajo de su exposición conmemorativa del premio Comunidad de Madrid y “EQUILIBRIO INESTABLE”. Forman parte de este apartado alguna imagen conocida y sobre todo, nuevas en blanco y negro y en gran formato.
El sexto y último apartado constituye el núcleo novedoso de la exposición. Se trata de 36 fotografías en color en gran formato impresas en papel vegetal e inyección de tintas. Aquí se recoge la esencia de trabajos como “INTERIORES”, “OBSOLESCENCIA”,”CAÍN” y “PANDORA”. Son imágenes mágicas, apoyadas en objetos cotidianos abiertos a la interpretación de cada cual, fotografías en busca de significados que anteponen sensaciones a certezas, y eso sí, envueltas en una plasticidad desbordante de forma y color como sello reconocido y reconocible de Juan Manuel Castro Prieto.
La exposición se completa con varios vídeos. El primero, de 23 minutos, está dedicado al pueblo de Cespedosa, donde aparece su paisaje y sus gentes a través de la voz del artista y de muchas fotografías realizadas en el pueblo, en sus fiestas, en sus ritos de celebración y cosecha, de fe y de folklore. Estas fotografías, de pequeño formato, forman también parte de la exposición.
El segundo, de menor duración, es una proyección de fotografías montadas sobre música para subrayar lo oscuro y mágico de la mirada de Castro Prieto, un recorrido por toda su obra ensamblada bajo un inquietante montaje.
El tercero, de apenas dos minutos, consiste en una explicación de la técnica del autor y de la forma de hacer fotografías con una cámara de fuelle y placas de 18 x 24 centímetros.
La fotografía española celebra la madurez de su capacidad expresiva con la obra de autores como Juan Manuel Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015. A lo largo de su dilatada producción Castro Prieto ha ejemplificado una continua labor de guía y desbrozo del lenguaje fotográfico, un lenguaje universal, cuya aparente simpleza simbólica y sencillez técnica de uso, ha provocado mareas de ruido en la tarea de representar la realidad como cada cual la percibe y ha regalado en ocasiones percepciones engañosas de creación artística a algunos oficiantes.
El Centro Andaluz de la Fotografía, gracias a la producción realizada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de España, se une a la celebración de la fiesta de la fotografía española y afirma su atención al talento y los valores artísticos de este lenguaje universal.