La exposición antológica del pintor José María Tamayo, que se encuentra en el ‘Espacio 2’ del Museo de Arte de Almería, encara su recta final. Desde el pasado mes de julio han sido miles los almerienses y turistas que han podido disfrutar de la primera muestra de esta envergadura dedicada a su figura. Este viernes, 30 de septiembre, a las 19.30 horas, se podrán conocer más secretos y detalles de su biografía y su obra a través del recorrido guiado que hará el comisario y director del Museo de Arte de Almería, Juan Manuel Martín Robles. Es una actividad totalmente gratuita y que no precisa de inscripción previa.
La muestra, producida por la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino con la colaboración de Francisco Tamayo Peña, hijo del artista José María Tamayo Serrano, que asistió a la inauguración, y el Área de Cultura, Educación y Tradiciones del Ayuntamiento de Almería, reúne un total de 81 obras: 51 óleos, 23 dibujos, 5 acuarelas y un pastel realizados por José María Tamayo y una escultura en bronce, retrato de Tamayo, realizada por Damián Rodríguez Callejón. De todas estas obras tan sólo dos (‘Ermita andaluza’ y ‘Dama desconocida’) han sido expuestas en la última década en exposiciones temporales colectivas en las que Tamayo ha sido incluido, por lo que se trata de una oportunidad única, que se podrá disfrutar hasta el 9 de octubre.
Detalles de la exposición
Por su planteamiento antológico, esta exposición permite al visitante realizar un completo recorrido por gran parte de la obra de José María Tamayo, a través de dibujos y pinturas realizadas entre 1907 y 1970. Un amplio conjunto de obras en las que se puede observar tanto la maestría en el dibujo de Tamayo, perceptible en los numerosos ejercicios realizados por el artista durante sus años de estudios en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado que ahora se exponen por primera vez, como su dominio en géneros como el retrato, destacándose obras como el ‘Retrato de doña Nicolasa Díaz Madrid’ (1942), el ‘Retrato de Francisco Tamayo Peña’ (1948), el ‘Retrato de Luisa Pulpón González’ (1955) o el ‘Retrato de doña Isabel Madrid Cobo’ (1927), y el paisaje (destacar ‘Ermita andaluza’ y sus hermosas vistas de Jaén); o el magistral tratamiento concedido a la figura en general, como se puede observar en tipos andaluces como ‘Dama antigua’ (1918), ‘Manola’ (hacia 1928), ‘Campesino’ (hacia 1915), ‘Gitana’ (1911) o ‘Campesina’ (hacia 1925), en escenas como ‘Mercado de ganados en Jaén’ (hacia 1930), o en propuestas de absoluta modernidad como ‘Melancolía’ (1927).