La Junta de Andalucía apuesta por los importantes valores geológicos que tiene la provincia de Almería y por convertirlos en motor para el desarrollo y para atraer a cada vez más visitantes. En esta línea se inscribe la jornada ‘el Geoturismo: una oportunidad para la comarca del desierto’, que organiza la Consejería de Medio Ambiente junto con el Grupo de Desarrollo Rural Filabres-Alhamilla, que se va a celebrar en el Teatro Municipal de Sorbas entre el 20 y el 22 de noviembre, y que se incluye entre las actividades que conmemoran este año el 20 aniversario de la declaración de la Ley de Espacios Naturales de Andalucía.
El delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente, Clemente García, ha destacado que “el objetivo de esta iniciativa es visualizar la potencialidad de esta nueva modalidad turística que comienza a despertar un gran interés en nuestra sociedad, tanto a nivel local como en los foros europeos en los que la Junta de Andalucía ha promocionado los enormes valores geológicos que presenta nuestra provincia”. Y es que “la comarca del desierto aglutina tres parajes naturales como son el Karst en Yesos de Sorbas, Sierra Alhamilla y Desierto de Tabernas, enclaves en los que mejor podemos constatar este importante legado que tiene Almería y que es punto de atracción de investigadores a nivel internacional”, ha añadido.
Para García, “potenciar, por tanto, toda esta comarca como destino turístico por su gran interés ambiental y geológico es un camino de futuro para toda esta zona y se sitúa en el impulso que la Junta de Andalucía quiere dar a los espacios naturales de la provincia”.
Entre los temas a abordar en esta jornada se encuentran, la situación del Karst en Yesos de Sorbas, la experiencia del turismo activo en este karst y la geodiversidad como una solución para el desarrollo rural sostenible. Asimismo, habrá ponencias dedicadas a los Geoparques y los georrecursos del desierto en Andalucía. El programa de la jornada se completa con un itinerario por el Paraje Natural del Karst en Yesos y la Cuenca de Sorbas, y otro por el Paraje Natural Desierto de Tabernas y Sierra Alhamilla.
El enorme valor didáctico y científico y su gran interés espeleológico han convertido el Karts en Yesos de Sorbas en uno de los Karst más importantes del mundo. En sus más de 2 mil hectáreas, este paraje alberga más de mil cavidades, en su mayor parte interconectadas. Dentro de ellas, se puede encontrar un espectacular y diverso universo de formaciones cristalinas: estalactitas, estalagmitas, columnas y corales. El Karst cuenta con cuevas únicas, como la Cueva del Agua, que tiene 8 kilómetros de longitud, y la Cueva de Covadura, que con 120 metros es una de las más profundas de España, de las excavadas en yeso.
También se han de destacar la Cueva del Yeso y la Cueva del Tesoro. Resaltan, asimismo, los valores ecológicos del Karst en su superficie. Así, sobre el yeso, viven plantas exclusivas y endémicas de este Paraje como son el narciso de Sorbas, la matamarilla o la espuelilla de Sorbas. Algo similar ocurre con la fauna que puebla este paraje. Entre ella se encuentra una de las especies más emblemáticas del sureste peninsular: la tortuga mora. Además, los cantiles rocosos y taludes, muy característicos de este territorio, se convierten en el hábitat idóneo para el búho real, el águila perdicera, el halcón peregrino y el cernícalo, y mamíferos predadores cada vez más amenazados como el zorro, la gineta, el tejón y la comadreja.
Para poner de relieve todos estos valores, la Junta de Andalucía construyó un Centro de Visitantes, al que acuden cada año una media de 18 mil personas. En lo que va de 2009, más de 8 mil personas han pasado ya por este centro.
El Paraje Natural Sierra Alhamilla es otro de los enclaves de gran valor medio ambiental. Su superficie asciende a 8.500 hectáreas. Es, además, Zona de Especial Protección para las Aves. De entre los hábitats en él representados, sobresale el bosque de encinas, reliquia de la vegetación que, en otros tiempos y bajo otras condiciones climáticas, debió extenderse por gran parte de los territorios almerienses. El índice de naturalidad del espacio y su carácter de «isla» boscosa dentro de un contexto semiárido hacen de este espacio un importante lugar donde habitan especies como zorro, gineta, jabalí, tejón y comadreja, y en donde resalta la diversidad y singularidad de especies de aves. Así, destacan las rapaces en general.
En general, su pie de monte es un área de excepcional relevancia para las poblaciones de aves estepáricas, siendo de singular interés su carácter de corredor de soporte de las pequeñas migraciones otoñales-invernales y primaverales-estivales, entre la línea de costa y los ambientes semiáridos interiores, del camachuelo trompetero.
En cuanto al Paraje Natural Desierto de Tabernas, su superficie asciende a 11.625 hectáreas. Está considerado como la única zona desértica propiamente dicha de todo el continente europeo. También es Zona de Especial Protección para las Aves. El paraje ofrece una ingente y rica variedad de recursos ambientales de interés, especialmente geológicos. En cuanto a la flora y vegetación, puede señalarse que presenta un elevado número de endemismos exclusivos del área, iberonorteafricanismos y especies raras a nivel mundial, junto a asociaciones vegetales endémicas de este territorio.
El paisaje es acarcavado (bad – lands), y bajo él se esconde un museo natural a escala real, vivo, y único en el contexto europeo por su interés para el estudio de los procesos y formas erosivas y de la relación de los mismos con los fenómenos geológicos acaecidos en el ámbito de las cuencas neógenas béticas en los últimos 8 millones de años.
Es posible observar, por ejemplo, todo un muestrario natural de formas: microcráteres provocados por el impacto de gotas de lluvia; chimeneas de hadas (pequeños pedestales culminados por una pequeña partícula o clasto más resistente a la erosión laminar); surcos o regueros (consistentes en pequeñas incisiones que marcan el inicio del encajamiento de la corriente en las laderas); y gullies (carcavas profundas de paredes verticales), son las formas erosivas más usuales provocadas por la escorrentía superficial.