La historia de las mujeres es muy joven. Nace en torno a los años 70 del siglo XX, y se articula de la mano del feminismo como una herramienta teórica de pensamiento crítico.
La profesora de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz, María José de la Pascua, ha explicó en su ponencia ‘La Historia de las mujeres: un desafío para la Historia’ cómo se hace esa historia y cuándo surgen las primeras preguntas sobre el ocultamiento que ha sufrido la mujer en la Historia, la Medicina, en las Ciencias o en la Literatura “ese ocultamiento no es baladí o casual, obedece a la idea de lo que la ideología liberal dibuja como la división de esferas, el espacio doméstico se adjudica a las mujeres, el espacio público a los hombres, con todo lo que ello conlleva, los hombres asumen los cargos, la Ciencia, la Razón, todo…. y la mujer la crianza de los hijos, la maternidad, la responsabilidad doméstica y el construir una feminidad”.
Un modelo de mujer que básicamente obedece a la pauta de ser, que se da a otros, que trabaja por otros, “que cuida a otros pero que no se ocupa de sí misma, de proyectarse como persona en el exterior en distintas funciones y disciplinas, esa ideología que trata de imponer la ideología liberal de la doble esfera trata de imponerse como un modelo a las mujeres, otra cosa es que las mujeres lo hayan aceptado o no….esto es lo que estamos estudiando y lo que tenemos que seguir analizando”.
Ya por la tarde, la profesora de la Pascua hablará de ‘Mujeres y utopía ilustrada: el sueño de la igualdad’, en el Teatro de la Villa de Vélez Blanco “el feminismo nace también como un hijo de la Ilustración, como una especie de conciencia de los límites que la implantación de la Ilustración, y concretamente de la idea de los derechos universales, estaban teniendo a la hora de llevarse a la práctica en la política, en las instituciones o en el Derecho, y además, voy a tratar de recuperar la voz de muchas mujeres que reflexionan sobre el tema en la misma Ilustración y también, en la España de los siglos XVI y XVII, mujeres que dejaron oír su voz, que se manifestaba contraria a la situación y que demandaban el derecho a su propia utopía, su propio sueño de libertad e igualdad”.
Unos desafíos que todavía hoy prevalecen “hay un feminismo de la igualdad y un feminismo que proclama la diferencia pero las políticas que en el mundo occidental, políticas de discriminación positiva, se están implantando para conseguir esa igualdad parece que nos han hecho avanzar bastante, es verdad que todavía hay desafíos, para que la igualdad sea real y llegue a todos los vericuetos de la vida cotidiana, pero yo creo que se ha avanzado y que es una opción seguir en esa línea, en la lucha de la conquista por la igualdad real. Es un sueño vigente”.