La sección ‘la obra invitada’ del Museo de Arte de Almería ‘Doña Pakyta’ inauguró, ayer, su tercera propuesta. Se trata de Retrato de una dama desconocida, de Ricardo de Madrazo y se podrá visitar hasta el próximo 27 de marzo. Sucede así a las dos anteriores, Retrato de Monsieur Banchy de Ignacio Zuloaga, y el belén napolitano del siglo del siglo XIX.
La actividad se realiza en colaboración con el Museo Casa Ibáñez de Olula del Río, ya que se trata de una obra perteneciente a los fondos de la pinacoteca olulense, lo que permite a los almerienses disfrutar de parte de la importante colección de arte español de los siglos XIX y XX que forman parte de los fondos del Museo Casa Ibáñez.
Sobre la obra, el director de los museos de Arte de Almería, Juan Manuel Martín Robles, explica que “es un cuadro de cuidada composición en el que la retratada, una dama de la alta sociedad, asume todo el protagonismo. Así el autor, en su interés por captar lo esencial de la modelo y concentrar en ésta toda la atención del espectador, nos presenta a la joven sobre un fondo neutro que no hace sino destacar el rostro de ésta y concederle un romántico aire melancólico al retrato. Una sensación que queda reforzada aquí por la iluminación lateral del personaje, que deja parte del rostro sumido en un suave claroscuro. Se empieza a notar la influencia de la fotografía”.
Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando y ligado profesionalmente a Mariano Fortuny durante varios años, en los que pintó junto a éste en Toledo, París, Granada, Marruecos y Roma, Ricardo de Madrazo pertenece a la tercera generación de una de las dinastías de pintores más importantes del siglo XIX español: los Madrazo. Una saga que se inició con su abuelo, el pintor neoclásico José de Madrazo y Agudo; se continuó con su padre, el laureado Federico de Madrazo y Kuntz, y su hermano, Raimundo; y que culminó con su sobrino, Mariano Fortuny y Madrazo.
Pintor cosmopolita y versátil cuya obra fue presentada en algunas de las más importantes exposiciones contemporáneas celebradas en París, Madrid, Barcelona, Munich o Praga, aunque cultivó con acierto diversos géneros, Ricardo de Madrazo sobresalió, al igual que todos los miembros de esta importante saga familiar, en la ejecución de retratos elegantes y refinados, como el que se puede disfrutar en el Museo de Arte Doña Pakyta hasta el 27 de marzo.
