Las acuarelas de Adán J. Céspedes hacen un guiño a las ‘Miradas...

Las acuarelas de Adán J. Céspedes hacen un guiño a las ‘Miradas de Oriente’

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Adán J. Céspedes junto a dos de sus obras.
Adán J. Céspedes junto a dos de sus obras.

El Faro de Roquetas de Mar acoge hasta el día 14 de febrero uno gran exposición de acuarelas del almeriense Adán J. Céspedes. La muestra llamada ‘Miradas de Oriente’ se basa en culturas orientales de todo el mundo. En el Faro se han colgado unas 20 nuevas obras del acuarelista almeriense, incluyendo en su mayoría retratos de primeros y medios planos, en varios tamaños.

Céspedes tiene una depurada técnica y en los formatos más grandes de su obra. Es fascinante comprobar los retratos de primeros planos donde se aprecia el control que tiene el artista cuando se pone a pintar acuarelas. Es un artista con una gran proyección, y hoy está considerado como uno de los mejores acuarelistas de Almería.

Adán J. Céspedes nació en Almería en 1975. Desde muy joven, fue creciendo su interés por el arte a través de la pasión y colección familiar de pintura con piezas de algunos de los grandes maestros españoles del Siglo XIX o de esculturas orientales entre otras piezas.

Estudió obras de artistas reconocidos, influyéndole especialmente las composiciones, formas de manchar y temas orientales y costumbristas representados en piezas de maestros como José Jiménez Aranda, Mariano Fortuny, Francisco Pradilla, José Benlliure, Villegas y Cordero, y por supuesto la naturalidad y luz en la obra de Joaquín Sorolla.

De aprendizaje totalmente autodidacta, y aptitudes para el dibujo y las artes plásticas desde edades muy tempranas, su evolución artística fue marcada por la influencia de la ilustración japonesa y el cine clásico o de los años 80, lo que lo impulsó al uso de técnicas de dibujo con plumillas y tintas, óleos y acrílicos, en la reproducción de obras, entre otros, del ilustrador Drew Struzan o del genio del anime japonés Hayao Miyazaki.

A pesar de la dificultad del reto, durante la década de los 2000, en la búsqueda de un estilo propio y con en el punto de mira en la soltura, temas y calidad de los grandes clásicos o del propio maestro acuarelista almeriense Julio Visconti, comienza el uso de las técnicas de pintura con acuarela con las que descubre nuevos y sorprendentes matices de color y transparencia, y con los que puede alcanzar resultados más impulsivos y frescos.

En los últimos años, con el apoyo y ayuda esencial de su familia y los consejos profesionales de Xavier Tortosa de la Galería Trino Tortosa, ha alcanzado niveles altos de calidad, además de una clara diferenciación de la mayoría de acuarelistas del panorama artístico actual, a través de un estilo propio en piezas de arte figurativo y retratos.

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