Botas marrones, vaqueros azules, camisa y camiseta negra y chaleco, muñequera de cuero y mucha actitud cimentada, con toda probabilidad, en numerosos conciertos a los que habrá asistido y los cientos de veces que habrá visto grabaciones de sus directos. Manel Fuentes demostró este sábado con su banda The Spring’s Team que sus actuaciones rindiendo homenaje a Bruce Springsteen van más allá de cualquier tributo al uso.
El cariño, el respeto y la admiración fueron patentes toda la noche, así como un relativo parecido razonable a los tiempos más dinámicos y menos introspectivos del cantante de New Jersey. Los asistentes anoche al recital en el Auditorio Municipal Maestro Padilla se dejaron conquistar en una de las primeras citas del ‘Invierno Cultural’ de Almería.
El concierto abrió sin reserva alguna. Tras la intro de ‘Down To The River To Pray’, de Alison Krauss, Manel Fuentes aparecía en escena para afrontar la difícil y extensa ‘Jungleland’. Un inicio inesperado por la naturaleza del tema, que dio paso a la más dinámica ‘The Ties That Bind’ y, de nuevo sorpresa ya que el ‘boss’ suele reservarla para los tramos finales, ‘Born To Run’. “Vosotros podréis decir que habéis sido los primeros en ver a Manel Fuentes y The Spring’s Team en Almería, a lo largo de la noche nos haremos amigos, aunque vuestras caras me suenan”, bromeó Fuentes.
Y así fue. Las sólidas y conocidas canciones de Springsteen animaron progresivamente el ambiente. ‘Spirit In The Night’ y su aura soul, la cadencia ampulosa de ‘Hungry Heart’ o ‘I’m Going Down’, petición del público con cartulina, como en los conciertos de Springsteen, fueron las siguientes.
Tras ‘Out of the Street’, ‘No Surrender’ y ‘Prove It All Night’, ‘Badlands’ ofreció la primera de las grandes subidas de adrenalina de la noche. La melodía engarzada de saxo y teclas levantó al público de sus butacas, algo que a partir de ese momento repetirían con frecuencia.
‘My City Of Ruins’ y ‘The River’ pusieron el toque más reposado de la noche, que fue programada para disfrutar. Así, cumplieron la misión ‘The Promise Land’, la más reciente ‘Waiting On A Sunny Day’ o las clásicas ‘Working On The Highway’ y ‘Sherry Darling’. Todo parecía indicar que la noche sería larga y así fue. Sorprendió la inclusión de un tema menos habitual como ‘Cynthia’, que no desentonó con su sucesora, el buque insignia ‘Born In The Usa’.
Con ella se abrió el “party time”, como definió Manel Fuentes. ‘Raise Your Hands’ prendió la mecha de la traca final de una forma enérgica y poderosa. La dirección musical de Dani Campos desde el piano fue en todo momento precisa, con momentos de lucimiento para todos los componentes, especialmente para el saxo de Dani Jiménez. ‘Glory Days’ y ‘Dancing In The Dark’ fueron los últimos temas antes de la primera despedida.
Habría mucho más. Ovacionado, Manel Fuentes interpretó ‘Thunder Road’, solo acompañado de las teclas, para continuar con ‘Follow That Dream’, canción de Elvis Presley que Springsteen ha incorporado a su repertorio en numerosas ocasiones. ‘This Little Light Of Mine’ y la tabernera ‘American Land’ terminaron de enfilar la extensa velada, antes de despedirse al ritmo del ‘Twist and Shout’ con guiños a ‘La Bamba’.
Una divertida noche de rock con mucho roll que despertó las sonrisas en todos los asistentes. No se puede pedir más.
