Se inaugura ‘Arquitectura y Ciudad’ del pintor expresionista Juan Morante

Se inaugura ‘Arquitectura y Ciudad’ del pintor expresionista Juan Morante

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El MECA, Mediterráneo Centro Artístico, acoge la exposición ‘Arquitectura y Ciudad’ de Juan Morante, que se inaugura mañana viernes 25 de septiembre, a partir de las 20:00 horas en la Plaza Bendicho. La exposición es uno de los eventos enmarcados en la celebración del XX Aniversario, y permanecerá en el MECA hasta el próximo 16 de octubre.

En palabras de Jose. Fco. Martín Pastor, Morante es un pintor fuertemente expresionista. Después de un tiempo sin estudio, desde hace cuatro años, puede contar con uno magnífico laboratorio, taller, refugio y cenobio, donde en su madurez, resguardado del mundo exterior y conciliando sus contradicciones, ha realizado la obra que presenta ahora en MECA Mediterráneo Centro Artístico. 

Como respuesta a un encargo del Colegio de Aparejadores realizó la obra gráfica “Almería nunca dio su llave de oro”. Esta obra ha sido el origen de una amplia colección de obras, con algunas de las cuales se conforma la exposición. Todo este proceso responde a un proceso racional, cerca de la experimentación científica del tipo: ¿qué pasaría si…?. 

A partir de un tríptico, “El artista y la ciudad” donde es palpable el malestar del artista, con el entorno, la planificación urbana y el propio momento personal, en una factura nerviosa, con elementos añadidos voluntariamente descuidados y una pincelada intencionada, pasa a un segundo momento de autocontrol, geometría, proporción y pincelada impersonal, donde propone un modelo de ciudad mediterránea. 

El tercer momento es una síntesis entre la estructura geométrica que corresponde a la ciudad y a modo de collage pictórico ciertas zonas tienen un acabado expresivo, con texturas, grafismos sensibles y buscando el accidente aprovechable. 

La exacerbación de este proceso lleva al cuarto momento en que los elementos gestuales y racionales, quedan reducidos a pocos elementos sin conexión, repartiéndose la superficie. En el último momento, perdida toda la referencia a la realidad, el cuadro es solo es solo una estructura geométrica coloreada del modo más impersonal posible. 

Todo ello, hace que la exposición obtenga un carácter interesante ya que al goce estético, personal y subjetivo, se suma el poder ver que es posible mostrar prácticamente lo que Arheim llamó “el pensamiento artístico”.

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