Unicaja Almería se alzó por séptima vez campeón de la Supercopa de España de Voleibol allí donde todo comenzó veinte años atrás. El Ejido albergó una final espectacular, un pulso entre dos gigantes con un poco de todo, talento, errores y máxima intensidad en cada uno de los cinco sets disputados. Tras dos remontadas en las dos primeras mangas a cargo de CAI Teruel, que ponía el choque muy de cara, llegó la remontada definitiva para el 3-2 final de los de Piero Molducci, que ganó así el único título que le faltaba en España.
El partido comenzó como se esperaba, con máxima igualdad en el marcador pero con Unicaja Almería siempre por delante con cierta comodidad. Incluso se permitió el lujo de irse con holgura debido a que no encontraba CAI Teruel el modo de hacer daño con su saque. Así, la renta habitual de dos puntos para los verdes se mantuvo hasta el 12-9 del tiempo técnico. La participación en el juego del equipo inicial de los almerienses estaba siendo muy compensada, con todos aportando en ataque.
Fue desde ese momento cuando el cuadro ahorrador intentó y consiguió despegarse en el marcador y alcanzar una ventaja de cinco puntos (13-18) que buscó recortar el cuadro naranja. Pero fue el cambio al saque de Torcello por Vigil lo que declinó la balanza a favor de los turolenses, que encontraron además la mejor versión de Riecks. Pidió tiempo Molducci y se niveló de nuevo el encuentro, aunque seguía construyendo fácil Storozhilov. El bloqueo verde falló y el mano a mano final desde el 21-21 fue de intercambio de puntos hasta el 24-26 con un bloqueo de Vigil a Guilherme.
El guión del primer acto se mantuvo durante el segundo casi calcando los pasos marcados, pero invirtiendo los papeles. Así, el intercambio inicial que llevaba el marcador muy igualado (8-8 y 11-11) hasta el 11-12 del tiempo técnico, fue seguido de un tirón en el juego y en el electrónico por parte de CAI Teruel, que consiguió irse con dos puntos de ventaja (13-15 y 14-16).
Tenía que echar el resto el conjunto de Molducci, que logró poner otra vez las tablas (17-17), sobre todo porque Parres empezó a tocar muchas bolas pegado a la red, incomodando el ataque de los de Carreño. Hage se puso también manos a la obra para el 19-17, provocando que el míster turolense pidiese un tiempo para cortar la racha ahorradora. Lo consiguió, y sus hombres empezaron a manejar mejor los momentos decisivos tras el 20-20. En ese sentido, Vigil se echó el equipo a la espalda y fue decterminante para que la igualdad (22-22) se rompiera para los suyos, que cerraban el seguno set también a su favor por 23-25 con un error de Moisés Cézar en el saque.
Tenía que reaccionar el campeón de la Superliga si quería alargar la Supercopa ante el campeón de la Copa del Rey, y así lo hizo en la tercera manga poniendo la directa desde el principio. Los tanteos fueron amplios para Unicaja Almería, pese al tiempo muerto pedido por Carreño con el 4-1. Así, siguió mandando el cuadro ahorrador por 7-2 y 10-4 hasta que tensó un poco el electrónico CAI Teruel, yéndose en desventaja al tiempo técnico por 12-7.
Buscando la vía rápida para hacerse con el primer trofeo del año, se produjo una reacción de los naranjas y un bajón de nivel de los verdes, llegados a su momento crítico de cada manga. Molducci dio entrada a Almansa y a Juanmi González, y el cambio de recepctores reactivó al conjunto almeriense. El 21-17 con el que se entraba en la recta final ya no fue desaprovechado por los que hacían de locales, sobre todo por la inspiración del capitán Almansa tanto en defensa como en ataque, remate y bloqueo. La Supercopa se iba como mínimo a cuatro sets (25-19)
Nadie quería ceder en su empeño de ganar el partido, lidiando con las faltas de red dada la nueva normativa y con los errores asumibles a esta altura de inicio de curso, y así se produjo otro intercambio de golpes en la cuarta manga con Almansa sosteniendo a Unicaja y con Barcala haciendo lo propio con CAI. El público que llenaba el pabellón Municipal de El Ejido se lo pasaba en grande, el partido seguía muy abierto y al tiempo técnico se llegó con los visitantes uno arriba (11-12)
Llegaba el primer momento de la verdad, o alargar el choque hasta la muerte súbita o vestir el título de naranja, y entonces el que decidió que había que regalar más espectáculo fue Marcilio Braga, casi imparable en sus acciones y permitiendo que los suyos metieran tierra de por medio (15-13 y 17-14). La renta verde se fue hasta el 19-14, momento en el que Carreño cambió de colocador y de opuesto dando juego a César Martín y Fitterer. No fue suficiente y De Amo remachó sobre la red el 25-19.
El tie break comenzó con dos puntos para CAI, respondidos por Moisés en remate y Hage en bloqueo para el empate. Un saque directo por exceso de vista de Vinicius puso a Unicaja por delante, pero Vigil machacó un primer tiempo para el 3-3. La lucha era titánica, el público vibraba y el marcador continuaba no apto para cardíacos (5-5). Parres bloqueó dentro, Barcala fue con todo, Marcilio arregló un mal balón y a Barcala se le fue un remate fuera para el cambio de cancha con 8-6 para Unicaja.
Reaccionó el cuadro turolense con el empate a ocho puntos y Fran Ruiz de protagonista, pero los almerienses siempre encontraron el recurso de su capitán Almansa, que primero dio el punto 9 y que después al saque hizo que los suyos se marcharan 11-8 con un bloqueo de Moisés Cézar. Pidió tiempo muerto Carlos Carreño, y anotó CAI con bloqueo fuera de Unicaja. Con 12-10 en el electrónico Vigil entró en el saque, pero Hage buscó la solución inteligente y puso el 13-10. Un remate que se escapó a Barcala daba 4 bolas de partido a Unciaja, que con un bloqueo del propio Hagne se hacia con la Supercopa a la primera y con 15-10 final.