Misma era y mismo duelo 50 años después

Misma era y mismo duelo 50 años después

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Dos caza recompensas en busca de un villano. Uno solo busca el dinero; el otro, cerrar viejas heridas. Una sociedad por el puro interés de la que salió La Muerte Tenía un Precio, una de las obras de arte de Sergio Leone, con la que introdujo una forma nueva de entender el western. Este sábado, un grupo de aficionados a esta saga revivió las escenas rodadas en Los Albaricoques para celebrar el 50 aniversario de la película, incluido el mítico duelo final.

En 1965 se rodó ‘La muerte tenía un precio’, el segundo filme de la Trilogía del Dólar de Sergio Leone, y que confirmó una nueva forma de hacer cine: el spaguethi western; y consolidó a Almería como escenario de cine para decenas de películas que imitaron a la saga de Leone.

Esta película, ya mítica, ha aguantado como pocas el paso del tiempo y su iconografía ha pasado de generación en generación. Su impronta ha llegado a cineastas de todos los estilos, incluso el propio Quentin Tarantino es uno de los que más a gala lucen la forma de rodar de Sergio Leone en algunas de sus películas.

El acto estuvo organizado por la Asociación Cultural Cabo de Gata-Níjar y contó con especialistas y vecinos de Los Albaricoques, que volverán a convertirse en personajes de los celebérrimos títulos del cine.

Se trata de escenas muy conocidas, relevantes y llamativas de la historia del Western, la primera de la película “Por Un Puñado De Dólares” (1964) y otras dos de “La Muerte Tenía un Precio” (1965), llevadas a cabo por profesionales, con sus monturas y atrezzos originales, con el fondo de la música  original de las escenas.

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