El martes fue cesada la Delegada de Cultura. Ese mismo día aparecía en la prensa su última foto oficial. Corresponde a mi entrevista con ella y con María Luisa García, la recién nombrada directora de la Alcazaba. Como presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba, le reiteré lo que venimos diciendo en sus cinco años de mandato, tanto personalmente como en nuestros escritos: nuestra preocupación por la situación y la gestión de la Alcazaba. Si la intención de Ana Celia era rectificar en este importante asunto, ya era demasiado tarde. Su cese llegaba, cuatro meses después del cese de Ángela Suárez, la anterior directora, a la que nuestra asociación concedió el “Chumbo Verde 2007” por su “deficiente gestión al frente del Conjunto Monumental de la Alcazaba”.
Hace unos meses escribíamos en la prensa: “Almería vive de espaldas a la Alcazaba, mientras que la Alcazaba sestea de espaldas a Almería. El monumento que tenía que ser el referente cultural y urbanístico de la ciudad está abandonado por todos, y ahí está, en las traseras de la ciudad, esperando que alguien se acuerde de devolverle la dignidad que se merece”.
Y es que los problemas se han ido acumulando con el paso del tiempo. La difusión es tan precaria que, 20 años después de su declaración como Conjunto Monumental, es el único de toda Andalucía que carece de guía oficial para visitantes, mientras su musealización es “minimalista”. En conservación hay preocupantes temas, como las humedades que desde hace 12 años afectan a sus murallas, pero también es preocupante que se hayan abordado obras de ¡reconstrucción! (véase lo que dice la Ley de Patrimonio al respecto) sin someterlas a ningún debate científico. En cuanto a las intervenciones arqueológicas de los últimos años, hemos solicitado reiteradamente a la Delegación de Cultura que nos aclare tanto la regularidad administrativa como los resultados de las mismas. Este es un asunto muy serio. Porque hablamos de gestión de dinero público y porque el objetivo de esas excavaciones no es ni más ni menos que conocer nuestra propia historia. Por eso los resultados pertenecen a los ciudadanos. Que no se repitan los mismos errores que se han criticado de las excavaciones realizadas en la Alcazaba durante el franquismo: que se “perdieron” las memorias de excavación y con ellas se perdieron para siempre páginas importantes de nuestra propia historia.
Pero si la responsabilidad del monumento es de la Consejería, el Ayuntamiento es responsable de la dignificación de su entorno, cuyo estado es lamentable: suciedad, inseguridad, imposibles accesos, iluminación deficiente, abandono del parque Ramón Castilla y degradación de los barrios vecinos, que viven tan de espaldas a las necesidades de la Alcazaba como ésta de las necesidades de sus ciudadanos. ¿Cuándo entenderemos que el denostado Casco Histórico sólo tendrá solución si se articula en torno a la Alcazaba y su entorno? Si por fin se abordara esto, los primeros beneficiarios serían los vecinos, pero finalmente ganaríamos todos, pues estamos hablando del corazón de la ciudad, el espejo donde nos reflejamos y nos ven los que nos visitan.
Estamos en un momento importante para la Alcazaba y la ciudad. No podemos desaprovecharlo. Confiamos en que la Consejería de Cultura retome las riendas del Conjunto Monumental y le dedique la atención y los recursos que merece el monumento más importante de Almería. Los nuevos nombramientos de la Delegada de Cultura y la Directora de la Alcazaba suponen la esperanza de una nueva etapa, que debe tener en cuenta la experiencia de los errores cometidos. Cuentan con el apoyo de los Amigos de la Alcazaba. Por otra parte, en la Hoya, por fin, se están restaurando las milenarias murallas de Jayrán, mientras que hay un gran proyecto para regenerar este espacio, el más privilegiado de la ciudad. El Ayuntamiento debería aunar a este proyecto la elaboración de un Plan Integral del Casco Histórico que incluya una radical actuación en el entorno de la Alcazaba y en sus barrios próximos. A ambas administraciones, Junta y Ayuntamiento, le pedimos diálogo y colaboración mutua. También que presten oídos y participación a los ciudadanos. La Alcazaba es para los almerienses más que un monumento.
María Teresa Pérez Sánchez.
Presidenta de la Asociación de Amigos de la Alcazaba
