Iván Fernández: "En CMU le pierdes el miedo al trabajo duro"CMU

Iván Fernández: "En CMU le pierdes el miedo al trabajo duro"CMU

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Iván Fernández explica su experiencia ante alumnos del Almanzora.

Iván Fernández es uno de los tres almerienses que este año están estudiando en los centros de Colegios del Mundo Unido, gracias a una de las becas que oferta la Fundación Eduarda Justo y que está valorada en más de 45.000 euros. Este almeriense de 17 años se define como «ambicioso» y tiene claro que esta experiencia va a determinar su futuro, eso sí, en sentido muy positivo. Actualmente estudia en el CMU del Atlántico, en Gales. El plazo para solicitar una de las becas de la Fundación Eduarda Justo para estudiar en los CMU expira el 24 de enero.

¿Por qué solicitaste la beca?

Creo que la principal razón viene de muy atrás en el tiempo. Siempre he tenido bastante ambición con respecto a mi educación y la idea de estudiar en el extranjero me encantaba. La primera vez que oí hablar de Colegios del Mundo Unido (CMU) fue viendo un programa precisamente de estudiantes (universitarios) por el mundo y enseguida me puse a investigar; siempre con la ayuda de mi madre, que sabiendo esta ambición nuestra (mi hermana es igual) siempre nos busca oportunidades. Me presenté dos años consecutivos y creo que en el segundo tenía los motivos mucho más claros. Después de participar en la Ruta Quetzal, comprendí la importancia de lo que se aprende al convivir con tantas culturas. Sabiendo que existía Colegios del Mundo Unido, no me podía quedar de brazos cruzados.

¿Qué te va a aportar en lo académico?

En lo académico, creo que lo más importante es que te abre un amplio abanico de posibilidades. El sistema educativo IB es bastante exigente y nosotros tenemos casi la mitad de horas para dar los mismos contenidos que un cualquier otro centro con IB, así que aprendes a expandir tus límites y le pierdes el miedo al trabajo duro. Además creo que en todas las asignaturas he recibido una visión muy distinta de la que podía esperar, muy satisfactoria.

¿Y en lo personal?

En lo personal me aporta mucho más. Quiero decir que en CMU lo personal es probablemente lo más importante. La convivencia ya de por sí es muy enriquecedora. Vivir en una habitación con cuatro nacionalidades distintas, compartir casa con gente de Mongolia, Canadá, Costa Rica, Turquía etc. Es definitivamente una experiencia magnífica que te hace valorar la diversidad de culturas, de personas. En ese sentido, me gusta decir que también aprendemos a relacionarnos, a saber tratar a la gente y hacer amigos de forma más fácil, cada persona es un mundo. El ambiente estudiantil es muy cariñoso y creativo, nunca tenemos tiempo para estar aburridos. También está el servicio social. Yo por ejemplo estoy en el equipo de socorristas, recibimos cursos durante el primer año, acabando casi tan preparados como un paramédico y luego usamos el final del verano para patrullar playas de la zona. Una de las cosas más importantes de mi colegio en particular, es lo que llaman AC Diploma. Yo lo describiría como un proceso de apertura de mente. Durante el año, cortan las clases varias veces durante una semana más o menos y recibimos charlas o hacemos talleres con gente experimentada en muchos campos. Por ahora hemos tenido “Social Justice” y “Critical Enagement”, de ambas de aprendido muchísimo.

¿Cómo está siendo la adaptación?

Sorprendentemente sencilla. Creo que como todos estábamos en la misma posición y llegamos con la mente abierta a todo, con muchas ganas de conectar y de dejarnos sorprender, fue muy fácil hacer buenas migas. Cosas que pueden parecer muy importantes a la hora de conocer gente pierden toda negatividad y se convierten en riqueza y no te preocupa la nacionalidad, religión… en realidad no te preocupa nada, solo quieres hacer amigos para aprovechar la experiencia al máximo. Además la relación con los segundos años es fantástica y todos están deseando ayudarte con cualquier dificultad que tengas, en lo personal y en lo académico. Creo que somos una comunidad muy divertida y respetuosa. Desde el primer día hicimos muchas actividades para unirnos y conocernos. La verdad es que me siento muy aceptado y no hay día que alguien no me saque una sonrisa o viceversa. El ambiente es sencillamente genial.

¿Qué es lo qué más valoras de tu estancia?

Es una pregunta muy difícil. Es una experiencia muy completa y no prescindiría de nada. Probablemente lo que más valoro es tener los medios para desarrollarme libremente, probar cosas nuevas, hacer cosas que no podría hacer de ninguna otra manera y en ningún otro sitio. Por otro lado, creo que lo mejor que me voy a llevar va a ser todo lo que estoy aprendiendo de mis compañeros, como a través de la convivencia e incluso del programa académico aprendes a relacionarte mejor con los demás y a romper muchos esquemas, esos momentos de repentina lucidez que te cambian de por vida.

¿Cómo es un día normal en tu centro de CMU?

Intenso. Si tengo clase a primera hora me despierto bastante temprano para bajar al castillo a desayunar y empezar con fuerza la mañana. Siguiendo el horario británico, tenemos clase de 8 a 13:30, luego almorzamos. De dos a cuatro tenemos servicio; después de esas dos horas de mucho ejercicio acabo muerto pero aún queda tiempo para otra actividad extra escolar (fotografía, teatro, surf, MUN, médicos sin fronteras, Amnistía Internacional etc.) o si no, seguro que encuentras algo interesante que hacer. También dedico mucho tiempo a Arte, es probablemente la asignatura más exigente que tengo, pero me encanta y puedo echarle horas sin cansancio. Después tenemos un poco de tiempo libre (pero poco), y lo suelo aprovechar pasando el rato en la sala común o estudiando, hasta las 11:30 más o menos que nos vamos a la cama a descansar bien para el día siguiente que de seguro será intenso.

¿Qué diferencias encuentras entre el modelo educativo español y el de Colegios del Mundo Unido?

La diferencia es abismal. No puedo decir que uno sea mejor o peor, pero en lo personal creo que encajo más en este. El bachillerato internacional en si mismo te abre un abanico de posibilidades. Para hacerse una idea, mis asignaturas son Arte, Diseño y Tecnología, Español, Política Global, Matemáticas y Árabe. Una combinación que en el sistema español no sería posible y que sin embargo tiene mucho sentido para mi futuro. Las asignaturas también se enseñan de forma muy distinta, son más interactivas. A partir de Enero, se añade una asignatura que dura dos semestres llamada TOK (Teoría del conocimiento) que se trata básicamente en enseñarnos a pensar, creo que va a ser muy interesante. Algo que me sorprendió muy gratamente es la diferencia en la asignatura de español; se centra solo en la literatura, castellana y latinoamericana, pero los comentarios de texto cobran una dimensión mucho más profunda e intrincada y añaden un pensamiento más humanístico o antropológico, incluso diría filosófico. Leemos un libro y lo exprimimos al máximo a la vez que aprendemos teoría y análisis. Los servicios nos aportan también una enseñanza que, en el caso de los socorristas, ningún otro colegio del mundo ofrece.

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