El establecimiento del águila perdicera en el Parque Natural de Sierra de María-Los Vélez parece no ser compatible con la presencia del águila real en este espacio natural de la provincia de Almería, según se ha explicado hoy en la reunión de la Junta Rectora del Parque, que ha hecho balance de las actuaciones que se han llevado en el parque a lo largo de 2012.
De momento, los técnicos de medio ambiente han contado solo una pareja de águila perdicera (Hieraetus fasciatus), ya que la presencia del águila real de manera estable «parece que impide o difulta su establecimiento en este espacio protegido», ha informado hoy la Junta de Andalucía.
El delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, José Manuel Ortiz, que ha presidido la reunión de la junta rectora, ha valorado la gestión realizada en 2012 –ejercicio en el que el Parque celebró el 25 aniversario de su declaración por parte de la Junta de Andalucía-, con una inversión de casi 4,4 millones de euros tanto en el espacio protegido como en su área de influencia socioeconómica, inversión que en un 40% se destinó a obras y proyectos forestales.
Entre los datos de gestión que se han puesto sobre la mesa destaca el trabajo realizado por el Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA), que el año pasado registró un total de 782 ingresos, un 12,6% más que el año anterior.
De estos ingresos, 706 fueron animales vivos y 76 muertos. Lo más significativo es que el porcentaje de recuperación sigue siendo elevado (un 82%), por encima de la media de años anteriores. De los ejemplares tratados, el grupo más importante sigue siendo el de los reptiles (casi 500, y todos vivos), seguido de las aves (196). En cuanto a mamíferos, ingresaron sólo 23.
Actuación en flora y fauna
En el balance de la memoria anual del pasado año se destacan dos de los proyectos realizados en el Parque: uno del de flora amenazada y otro del de conservación del Jardín Botánico, instalaciones donde se realizan también actuaciones de apoyo a la reintroducción de especies amenazadas, para lo cual se recoge material vegetal destinado al banco de geoplasma y se investigan nuevas técnicas de reproducción.
Por lo que se refiere a la fauna, la memoria hace referencia al seguimiento del águila perdicera (Hieraetus fasciatus), de la que se ha contabilizado solo una pareja fuera del Parque Natural, ya que la presencia de águila real de manera estable parece que impide o dificulta su establecimiento en este espacio protegido. En cuanto al águila calzada, se estima que se mantienen unas 14 parejas.
El pasado año continuó el Programa de Conservación de Aves Esteparias, que contempla la firma de convenios con agricultores para la siembra de leguminosas grano, cultivo de gran valor alimenticio para el mantenimiento de las poblaciones de aves esteparias, fundamentalmente durante el periodo crítico de la reproducción y cría. Las especies que más se están beneficiando de este programa son el aguilucho cenizo, el alcaraván, el sisón común, la carraca europea, el cernícalo primilla y la ganga ortega.
En el capítulo de actuaciones forestales, el delegado territorial ha destacado el buen comportamiento que ha tenido el Parque Natural desde el punto de vista de los incendios forestales. El pasado año se registraron cinco fuegos, pero fuera del Parque, que afectaron a unas 27 hectáreas, principalmente de suelo agrícola. Los trabajos de desbroce y los convenios con pastores para el mantenimiento de los cortafuegos con su ganado contribuyeron en buena medida al buen resultado de las medidas preventivas, según José Manuel Ortiz.
Además de estas actuaciones, el pasado año se realizaron tres proyectos de tratamiento selvícolas –fundamentalmente para la regeneración de la cubierta vegetal, el control de la erosión y la prevención de incendios-, y uno de limpieza de cortafuegos, dentro del Plan Infoca.
La reunión de la Junta Rectora se ha celebrado, hoy, en Chirivel.