La Cátedra Rafael Escuredo de Estudios sobre Andalucía que se ha clausurado hoy en la Universidad de Almería no ha estado exenta de polémica. Durante su intervención, el presidente del Senado, Javier Rojo, ha mostrado su opinión sobre los recientes ataques que ha sufrido el actual modelo de Estado de las Autonomías, y las ha tachado de «profundamente injustas». La Cátedra ha finalizado con la presencia del ex presidente de la Junta, Rafael Escuredo, que ha dado nombre a estas jornadas.
Rojo ha argumentado que si bien al comienzo las comunidades autónomas tenían sus poderes muy limitados, hoy, 30 años después, existe una profunda descentralización, una importante ampliación del autogobierno que sin embargo no ha supuesto una merma en los poderes que tiene el Estado central. Éstos, decía el presidente del Senado, se mantienen “intactos” con los Estatutos de Autonomía reformados.
“Es profundamente injusto que se descalifique al Estado de las Autonomías en los términos en los que se está haciendo. El modelo autonómico es integrador, no desintegrador. La condición de español es un valor añadido a ser andaluz, vasco o catalán. No es algo contradictorio, sino que suma y enriquece”, apuntaba, que decía que los españoles comparten sentimientos españoles y autonómicos “sin tensiones”.
Por otra parte, el presidente del Senado señalaba también que “los ciudadanos tienden a endosar al Gobierno central los problemas o asuntos molestos y a saltarse las responsabilidades o competencias que tengas las comunidades autónomas en esos mismos problemas”.
Rojo no ha esquivado el asunto de una posible reforma del Senado, pero ha criticado que la “visión cortoplacista de algunos, incapaces de hacer un paréntesis para abordar esa reforma”.
De otra parte, las reformas de los Estatutos de Autonomía, ha explicado Rojo, servirán para preparar España para los próximos 25 años. “Si estamos juntos como españoles seremos más fuertes y también más respetados”. Para concluir, el presidente del Senado ha afirmado que “las comunidades autónomas no han sido el fracaso sino el éxito de un país que entendió en su momento que España era un país injusto”.