Cada verano la Tierra cruza la órbita de este cometa y se encuentra con estos restos. Cuando una de las partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre brilla como si fuera una estrella y por eso este fenómeno recibe el nombre de estrella fugaz.
Para elegir el mejor lugar de observación es conveniente alejarse de zonas con contaminación lumínica y no tener objetos, como edificios o montañas, que tapen la visión del cielo.
Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo
La denominación de Perseidas se debe a que la zona de la que parecen venir los meteoros es la constelación de Perseo. Y el sobrenombre de las lágrimas de San Lorenzo proviene de la Edad Media. Como la lluvia se produce en el entorno del 10 de agosto, día de San Lorenzo, se asociaron las estrellas fugaces a las lágrimas que derramó el santo al ser quemado en la hoguera.