El debate está planteado. Son muchos los almerienses que han mostrado su rechazo a que el edificio industrial conocido como el Toblerone pase a mejor vida, para dejar sitio a unos bloques de pisos. Uno de ellos es Fernando Vidal Tudela, un joven arquitecto almeriense que elaboró un proyecto de recuperación para un uso cultural esta muestra de la arquitectura industrial almeriense. Este trabajo fue presentado a la XI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo y ahora se ha convertido en el proyecto de referencia para el grupo de ciudadanos que se ha posicionado en contra de la desaparición del Toblerone.
«El Toblerone tiene un volumen y una espacialidad únicos en Andalucía. Tanto el basamento de hormigón como la forma de la cubierta y su coloración son muy característicos y deberían conservarse en su totalidad. La nave tiene una imagen y un significado muy potente que no debemos perder», explica a Novapolis.es este arquitecto, que actualmente reside en Viena.
«Personalmente lo que planteé para mi proyecto fin de carrera y que presenté a la Bienal de Arquitectura y Urbanismo, introducía en el interior de la nave nueve salas polivalentes de diferentes tamaños que pudiesen dar respuesta a cualquier tipo de evento. La nave se planteaba tambien como un espacio paseable, colectivo y de relación, abierto a la gente y capaz de incorporar instalaciones temporales para el ocio, el deporte, la cultura, el asociacionismo, en definitiva la proyección del ciudadano».
Y es que, este edificio, la chocolatina más famosa y grande de toda Almería, se ha convertido en un elemento más de la imagen de esta ciudad. De la misma manera que el Cable Inglés o la propia Alcazaba sirven para identificar a Almería, este edificio industrial construido en 1972 tiene el potencial para convertirse en el espacio que conecte a Almería con las nuevas tendencias en la arquitectura, vistas, por ejemplo, en El Matadero, en Madrid, un edificio industrial reconvertido a un uso cultural, y que muchos han puesto como ejemplo a seguir.
«El Matadero de Madrid sería muy buen ejemplo, es uno de los muchos proyectos en Europa de reconversión de patrimonio industrial con excelentes resultados para todos. El interés por promoverlo, conservarlo y reconquistarlo es relativamente reciente, y es sinónimo de cultura y desarrollo sostenible. Intervenir con la misma intención en el Toblerone, ayudaría a poner en valor nuestra ciudad y su historia, además de mejorar nuestra calidad de vida», declara Fernando Vidal.
Es evidente que salvar el Toblerone también es recuperar parte del esplendor industrial que tuvo la ciudad. «Almería siempre estuvo ligada a actividades mineras y es obvio que representa una gran parte de la memoria histórica de la ciudad. Es un hito y un icono para todos y yo personalmente no puedo imaginarme a Almería sin el Toblerone, estoy seguro que mucho almerienses comparten este pensamiento».
El próximo mes de junio, el Pleno Municipal debatirá las salidas que le da a este espacio, cuyos propietarios están más interesados en construir un complejo de viviendas y locales comerciales. La pelota está en manos de los poderes públicos, que son los únicos capaces de salvar este edificio del derribo, son los que pueden apostar por el reciclaje de este entramado industrial que, según Fernando Vidal, «aportaría un equipamiento cultural y social muy necesario para la ciudad; fomentaría una Almería más participativa, con multitud de salas polivalentes y espacio para areas expositivas, conferencias, cursos, talleres, reuniones, conciertos, actuaciones, salas de prensa y muchos otros tan necesarios para el funcionamiento general de una sociedad; estoy convencido de que podría impulsar y reactivar la ciudad con una vision mas europea, potenciando el producto turístico y dinamizando la economía».
Plataforma en Facebook
El martes se creó el grupo en Facebook y ya son más de 2.500 las personas que se han unido a la Plataforma Salvemos el Toblerone. La sociedad almeriense ha reaccionado ante la posible desaparición de este testigo del esplendor industrial de la ciudad, que puede pasar a mejor vida para dejar sitio a unos bloques de pisos, incluidos en el proyecto de soterramiento de las vías del tren, que se debatirá en Pleno municipal el próximo mes de junio.
La plataforma, que se creó en la noche del martes, surge de la idea de transformar el Toblerone en un gran espacio para el disfrute de almerienses y visitantes; un proyecto en el que entren, a partes iguales, componetes culturales y turíscos, gracias a la reestauración tanto de la nave en sí, como de todo relacionando Cultura y Turismo a través de una adecuada restauración, no sólo de la nave, sino de todo el entorno ferroviario en el que se sitúa este característico edificio.
La idea de la que parte esta plataforma es el proyecto desarrollado que el arquitecto Fernando Vidal presentó en el XI Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo, que pretende transformar este espacio en un centro de convenciones.
El grupo todavía no tiene entidad legal, aunque ésta no es su principal aspiración, ya que su objetivo a la hora de crear el grupo en Facebook es que la ciudad tome conciencia de su patrimonio y luche por él.
De momento, sigue creciendo y el interés de la ciudadanía almeriense por los usos de este edificio, también. El debate está en la calle.