Los colores de J. Morgan, al servicio de la mujer en Roquetas

Los colores de J. Morgan, al servicio de la mujer en Roquetas

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La fuerza del color ‘inunda’ estos días el Teatro Auditorio de Roquetas con la exposición de pintura, escultura y cerámica que J. Morgan (Jorge Morgan Jorge) ofrece hasta finales de junio. El artista madrileño irradia frescura y sobre todo mucho arte con la colección denominada ‘‘Mujeres a la hora del té y El Jardín de los Cactus”.

La historia de J. Morgan siempre ha estado vinculada con la imagen. Primero fue pintor, después diseñador gráfico. Esa maestría que atesora se puede ver en esta exposición que ha preparado para el Auditorio de Roquetas de Mar. Un profesional de su nivel acierta plenamente con una obra donde existe una armonía perfecta, nada falta y nada sobra.

Aunque jamás se ha podido encasillar su estilo en corriente alguna, Morgan ofrece en la muestra una serie de 30 obras de pintura, escultura y cerámica. Inmerso en una obsesión por la figura femenina, en Roquetas ofrece su particular visión de la mujer. “He estado tres años trabajando en este proyecto y hace unos meses conocí el entorno donde lo iba a exponer en Roquetas. En ese tiempo ha ido todo cambiando y al final ha quedado como yo quería”.

En la muestra se entremezclan los cactus de colores. “Parece que están muertos, pero en realidad están vivos. He querido hace una especi8ede viaje para que la gente vaya navegando por la escultura y por la pintura”. El artista apunta que “en esta exposición están presentes la mujer, los cactus, el sillón y los objetos. Es complicado explicar tres años de trabajo”, comenta.

Y pensar que Morgan volvió al mundo de la pintura por culpa del hijo de Fernando Fernán Gómez y María Dolores Pradera. “Es el culpable de que yo volviera a pintar y exponer mi obra tras quince años de silencio. Hay que reseñar que soy hijo de pintor, que nací en el estudio de mi padre, y que llevo la pintura en la sangre”.

Morgan estudió escultura con Donaire, un gran escultor de Ciudad Real de la escuela de Henry Moore, en la madrileña calle de La Palma, en la que expuso su primera escultura vaciada. El arte corre por las venas de toda su familia, interpretado por su madre Pilar en piezas únicas -platos de cerámica- con las mejores reproducciones de su obra. En Roquetas se expone una colección de platos de cerámica realizados por Pilar Jorge.

 

 

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