En www.avial.webcindario.com se puede encontrar información relacionada con este tipo de prácticas, encaminadas a disolver nubes que tienen la posibilidad de descargar agua con fuerza, capaces de destrozar cosechas. De esta manera, las aseguradoras agrarias, que según Avial son las que contratan estos servicios, se ahorran el tener que pagar las indemnizaciones por los daños provocados por las fuertes precipitaciones.
Según denuncia Avial, que se ha asociado con la soriana Avimón, estas prácticas se producen en el levante peninsular, en provincias com Almería, Murcia, Alicante y Granada, por tratarse de zonas «eminentemente agrícolas». Y el método empleado es ya conocido por muchos. Se trata de una serie de avionetas que vierten productos químicos, principalmente yoduro de plata y de plomo, «que producen diversos efectos de cristalización en el vapor de agua de las nubes sembradas».
Avial fue fundada en 2009 y una de sus primeras acciones ha sido la de denunciar la existencia, «desde hace más de treinta años, de unas «prácticas clandestinas consistentes en disipar las nubes con productos químicos, para evitar lluvias y granizo».
Esta actividad conlleva una serie de consecuencias para el medio ambiente y la salud de las personas, según explica Avial, «por un lado, las derivadas de la disminución de las precipitaciones, y por otro, y no menos grave, los problemas provocados por la elevada cantidad de sustancias tóxicas que vierten».
Además, en el mismo sitio web ponen a disposición una serie de documentos que prueban la realización de estos vuelos.