Vecinos del barrio de Torrecárdenas lucharán con cultura y actividades lúdicas contra la construcción del crematorio en el cementerio de San José y Santa Adela, una instalación que se ubica a menos de 300 de sus casas y cuya actividad está incluida entre las doce más contaminantes, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud. A partir del mediodía del domingo, talleres para niños, comida popular, conciertos, talleres de baile y mucho más dará un toque festivo a la reivindicación en defensa de su salud.
A lo largo de todo el domingo, los vecinos de Torrecárdenas se van a concentrar en la Plaza Méndez Salvador, donde se desarrollarán talleres y animación para niños, taller de chapa, conciertos, almuerzo colectivo, taller de pancartas, mesa – debate con médicos y profesionales, taller de salsa y merengue, entre otras muchas propuestas.
Los vecinos de Torrecárdenas continúan preocupados por la construcción de un crematorio que comprometerá su salud. Después de haber iniciado la vía admnistrativa, con la presentación de un par de escritos en el Ayuntamiento de Almería, en los que se solicitaba la paralización de las obras, los vecinos no quieren dejar que el tema se olvide, de ahí la fiesta de este domingo.
Por ahora, el proyecto está paralizado por la Consejería de Medio Ambiente, que asegura que los filtros que pretendía intalar la empresa ASV Funeser «no cumplen con los valores medioambientales que indica la Organización Mundial de la Salud» y que ponían «en riesgo la salud humana».
La Consejería de Medio Almbiente detectó que el proyecto presentado por la empresa contemplaba la instalación de una serie de filtros incapaz de paliar las emisiones de las cremaciones de los cadáveres, que están consideradas como una de las actividades más contaminantes y peligrosas para la salud.
De esta manera, la Junta exige a la empresa la instalación de las últimas tecnologías de filtrado en la chimenea de amnera que las emisiones se ajusten a la normativa medioambiental.
La paralización del proyecto es un espaldarazo a los vecinos que llevan más de un mes peleando para que no se instale esta fuente contaminante a menos de 200 metros de sus viviendas. Entre sus reclamaciones, los vecinos exigen que el horno crematorio se lleve a otro espacio del término municipal en el que no se vea afectado ningún grupo de viviendas.
Además, con esta decisión se pone de manifiesto que el Ayuntamiento de Almería y más concretamente su concejal de Salud, Carlos Sánchez, no han sido nada claros a la hora de explicarles a los vecinos las medidas anticontaminación que incorporaba el crematorio, incluso llegaron a indicar que el crematorio contaría con los mejores filtros del mercado, algo que a todas luces se ha demostrado que es mentira.
Sin embargo, a pesar de esta decisión de la Junta, las obras no se han parado todavía y los vecinos contemplan cada día cómo las máquinas no dejan de trabajar en el entorno del cementerio.