Después de todo el tiempo que ha pasado y de los muchos trabajos que se han realizado en el entorno, Palomares todavía alberga medio kilo de plutonio que ha contaminado unos 50.000 metros cúbicos de tierra, es decir, un volumen cercano a 27 piscinas olímpicas. Los documentos filtrados por Wikileaks y difundidos por el diario El País se hacen eco de las secuelas del accidente nuclear de Palomares ocurrido en 1966. Descárguese aquí el especial dedicado al accidente de Palomares publicado en Nova Ciencia.
Según publica El País, el anterior ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió a Estados Unidos, propietario de las bombas que cayeron accidentalmente en la localidad del Levante en 1966, que colaborase con parte de la limpieza y que se llevara la tierra contaminada con plutonio.
Un estudio reciente desvela que en Palomares todavía queda medio kilo de plutonio que es el causante de la contaminación de unos 50.000 metros cúbicos de tierra. Sin embargo, a pesar de la contaminación evidente, El País revela la negativa de Estados Unidos a hacerse cargo de los gastos de parte de los trabajos de limpieza de la zona, a espera de realizar más estudios que confirmen la contaminación de este entorno.
Los documentos filtrados por Wikileaks ponen de manifiesto que el secretario adjunto del Departamento de Energía de EE.UU. (DOE), John Shaw, «no se comprometió formalmente a dar financiación del DOE a ningún plan eventual de limpieza, pero quedó implícito que el DOE permanecería en la escena de una forma u otras hasta que Palomares estuviera limpio», reproduce El País.
Los mismos documentos secretos confirman que el alcalde de Cuevas del Almanzora, Jesús Caicedo, recibió un trato VIP en un viaje privado a Washinton realizado a finales de 2005. Este tratamiento especial se debió a que la Embajada de Estados Unidos consideró importante tener al alcalde de su lado, para evitar que el munícipe pusiera pegas al acuerdo alcanzado entre España y Estados Unidos en 2006 y 2007 para conocer al detalle la contaminación de la zona.
Descárguese aquí el especial dedicado al accidente de Palomares publicado en Nova Ciencia.