Manuel Martínez Domene anuncia las fiestas de Serón en un emotivo discurso

Manuel Martínez Domene anuncia las fiestas de Serón en un emotivo discurso

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pregon-fiestas-seronSerón iniciaba el jueves sus fiestas patronales en honor a la virgen de los Remedios con el pregón de Manuel Martínez Domene, actual viceconsejero de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.

En una plaza ‘Nueva’ llena de público pese al frío de la noche del jueves, se reconocía además el trabajo de los mayores de esta localidad en un homenaje a través de María Fernández, presidenta de la asociación ‘La Experiencia’ del municipio. Este año los homenajeados fueron Dolores Pérez Camenforte, Manuel Requena López y Carmen Domenne Pérez, quienes recibieron un sentido tributo por sus cualidades personales y su trabajo constante a lo largo de los años.

El alcalde de Serón, Juan Antonio Lorenzo, era el encargado de presentar al pregonero, resaltando sus cualidades humanas, su amor “incondicional” por Serón, “su apoyo permanente con el ayuntamiento y su lucha incansable por la igualdad y la justicia social”.

Martínez Domene, orgulloso de iniciar las fiestas patronales, dirigió un emotivo discurso cargado de recuerdos de los difíciles años vividos en su juventud, pero también de la intensidad y el placer que le proporcionaba esa existencia tranquila en el pueblo que le vio nacer, recordando a sus vecinos, a su familia o a los profesores que forjaron parte de su carácter.

“Somos nuestras raíces, y las mías están en esta tierra, en el cortijo del Marchal, en sus bancales, en el cerro liar, en la risca, en el carrascalillo, en la cueva la Justa…en el barrio Bacares, en la plaza de arriba….

No solo en las raíces pegadas al terruño, también en sus raíces culturales, por encima de las creencias de cada cual, pero con un profundo respeto a la fiesta y a su tradición.

Tengo grabados en mi memoria (esa potencia del alma, por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado) los recuerdos de la infancia, el olor a la siega, a la trilla, a las noches en vela contando las estrellas esperando en la era que el viento de arriba se levantara para “aventar” el montón de la parva, al corral del ganao, al tomillo, a las madrugadas en la época de vacaciones pa echar las borregas al campo y a la voz de mi madre cuando me llamaba y me decía “venga niño levántate que esto son cuatro días hijo mío” y estaba de los cuatro días, ni os imagináis!

Y recuerdo la escuela del Marchal y el brasero de ascuas que nos llevábamos los cinco zagales pa calentar el salón ¿cómo no nos asfixiaríamos allí?”, expresaba el pregonero.

“Y qué decir de los juegos en las alameas del rio Boronol cuando el Safi se cabreaba y nos peleábamos, recorriendo el pueblo el uno detrás del otro, pero como él estaba menos entrenao se cansaba antes….(eh Safi, no digas que no) y EN estos y otros casos similares recuerdo también a mi defensor y casi guardaespaldas, a Pedro el largo, hijo de Juan el cartero y de la Anica Utrera, y recuerdo los baños veraniegos atao con una soga en el balsón del Marchal, o en los peñones blancos a pique de partirnos la cabeza….

Y los nevazos, y las idas y venidas al Marchal con la burra y la mula, y quitar nieve de los terraos pa que no se hundieran, y el mercao de los viernes y las aguaeras de la mula con los mandaos y de nuevo pa la sierra y a segar, a regar, y acarrear a la era pa la trilla…

Y el trabajo en las obras, que con 16 años empecé con Manolico el Canana que estaba obrando en la casa de las Niñas y a mi cuñao Juan cuando me preguntaba algo de la ferralla y yo le decía “eso está echo a ojo”, “a ojo no se hacen ni los caballones de las papas” contestaba, con esa gracia que a él le caracteriza”, recordaba Martínez Domene.

“Siempre he sido muy observador y en aquellos años yo veía a toda esta gente, entregada, arañando el terruño, viviendo para trabajar, mi madre, que en el año 76, y a la muerte de mi padre, quedo con una mísera pensión y trabajó como una mula pa sacarnos adelante, al Pepe del Marchal, para el que no había ni noche ni día, y labraba con el carburo colgao en el ubio de las uncieras de los mulos, a mi suegro, el Liria, a mi tío Enrique Torivio, a mi tío Paco el guardilla, a mi tío José el sioro…

El sacrifico de mi familia me enseñó, que aunque todos nacemos iguales y morimos iguales, no somos tratados de igual forma ni tenemos las mismas oportunidades. Eso ha influido en mi vida y me animo a trabajar en los temas sociales y a entrar en política para aportar un grano de arena e intentar trasformar esta sociedad injusta y avanzar hacia una vida más digna, más igualitaria. Serón es un pueblo con historia, un pueblo con tradiciones, un pueblo con arraigo, con múltiples y profundas raíces, un pueblo con embrujo”, continuaba un emocionado pregonero hablando de sus raíces.

“Por eso, hay que nombrar a Serón como un pueblo cambiante, un pueblo de gente emprendedora, un pueblo que ha sabido hacer de sus debilidades y amenazas (no olvidemos el cierre minero, el cierre del ferrocarril) fortalezas y oportunidades.

Serón es el resultado del esfuerzo compartido de sus vecinos y vecinas, es conocido internacionalmente por sus jamones y chacinas y también ahora por su parque eólico, hemos sido capaces de vivir del viento y del aire de Serón, dice nuestro alcalde. Las mujeres y hombres de Serón, que fuimos testigos directos y hemos sido partícipes de la construcción de la Andalucía democrática y moderna tenemos aún en la retina aquellos tiempos difíciles que superamos con coraje, rebeldía y ambición, por eso no nos vamos a amilanar ante las dificultades, nuestro espíritu de superación ha quedado patente a lo largo de la historia”, añadía el pregonero que dedicó a su madre, Dolores Domene, su emocionado discurso.

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